
Buscando vincular a los habitantes de una comunidad en la periferia de Sao Paulo con un centro de formación cultural creado para ellos -pero inexplicablemente inaccesible-, los arquitectos de Al Borde en conjunto con Nacco, han diseñado y articulado una serie de construcciones físicas en la zona para volver a conectarlos. Pero, además de mejorar su calidad de vida y sus espacios públicos, el proyecto busca algo más profundo: validar a sus habitantes como personas, gritarle al mundo "aquí hay gente desde 1993".