En 2022, el público general tuvo acceso a una serie de herramientas de inteligencia artificial (IA) inesperadamente poderosas, desde chatbots como OpenGPT hasta generadores de imágenes como Stable Diffusion, Midjourney y DALL-E 2.
Un año más tarde, tanto expertos como organizaciones y gobiernos han afirmado que estas tecnologías representarán riesgos profundos para la sociedad y la humanidad, desde la pérdida de empleos impulsada por la automatización hasta la automatización de armas y la posible interferencia en los ciclos electorales en las democracias.