La instalación temporal Excentriques de Daniel Buren, un artista francés bien reconocido a nivel mundial, ha convertido el espacio monumental del interior del Grand Palais en Paris, en un juego de luces de diferentes colores. ¿El método? es uno sencillo pero con mucho impacto: vidrios de color que convierten la luz natural en sombras de colores sobre el piso o bien, sobre el cuerpo de aquel visitante explorando por debajo de estas entidades circulares.
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