La cultura del café continúa avanzando en el mundo contemporáneo, con un cambio notable del predominio de cadenas y franquicias hacia un mercado en crecimiento para el café prosumidor. A medida que más y más consumidores de café se convierten en prosumidores, es decir, individuos que producen y consumen, están convirtiendo la preparación de café en un pasatiempo, incluso un ritual, y esperan que las cafeterías se mantengan en sintonía. Los consumidores están volviéndose más conocedores, prestando atención al origen y al tipo de granos, métodos de preparación y equipamientos. También aprecian el diseño de máquinas de café, no solo por su funcionalidad sino por su estética, eficiencia y manejo del espacio. Este aumento en el interés, especialmente en Asia, ha llevado a cambios en las operaciones de las cafeterías. Muchas cafeterías individuales, respondiendo al aumento del poder de gasto y los intereses de los consumidores, están motivadas a enfocarse en crear experiencias únicas e inmersivas para una audiencia cada vez más comercializable.
Arquitectura para el juego urbano: Las más recientes noticias y obras de arquitectura
Cómo Copenhague ha sido diseñada para deleitar
Según el Informe Mundial de la Felicidad, Dinamarca lleva años liderando la encuesta de los países más felices. Copenhague, la capital de Dinamarca, es conocida por sus coloridos edificios frente al mar y su arquitectura contemporánea radical, que reflejan el espíritu alegre de la ciudad. La metrópolis marítima es el caso de estudio favorito de un diseñador urbano con infraestructura neutra en carbono, facilidad para peatones y ciclistas y una esfera pública próspera. Los diseñadores daneses descifraron el código para construir ciudades más felices, dejando muchos modelos por aprender.
Ciudades, espacio público e infancia en México
Según cifras del INEGI de 2018 en su Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), la población infantil menor de quince años en México representa el 25.3% del gran total, que suma 125 millones de personas. La realidad es que esa población, aunque representa poco más de una cuarta parte del total, cuenta con pocos o nulos espacios destinados para su entretenimiento y crecimiento. Con esta cifra en cuenta se aborda en este texto una reflexión sobre el espacio público y la infancia en las ciudades mexicanas.
Arquitectura para el juego urbano: Lineamientos para diseñar espacios públicos de juego en la Ciudad de México (APJU)
En 1946, van Eyck fue contratado por Cornelius van Eesteren, jefe del nuevo Departamento de Desarrollo de la Ciudad de Ámsterdam, y asignado para trabajar en el diseño de nuevos espacios de juego con Jacoba Mulder, la segunda al mando de van Eesteren. El primer espacio de juego de van Eyck fue en Bertelmanplein, una plaza pública [...] rodeada de viviendas construidas entre guerras, donde vivía Mulder. Un día, camino al trabajo, ella vio a una niña pequeña cavando en la tierra cerca de un árbol y haciendo pasteles de lodo. Pero luego vino un perro, orinó en la jardinera, y ese fue el final del juego. Mulder decidió que se necesitaba un espacio de juego y van Eyck se ofreció como voluntario para el trabajo. Un vecino que pasaba vio el espacio de juego y escribió a van Eesteren, solicitando uno para su vecindario. Lo mismo sucedió una y otra vez, hasta que se convirtió en una política pública. Cualquier vecindario de la ciudad que quisiera un espacio de juego podía solicitarlo. Los urbanistas señalaron como zonas prioritarias los sitios abandonados y dañados por la guerra dentro del tejido histórico de la ciudad, así como los nuevos desarrollos de vivienda de la periferia. Después de que se construyeron, las cartas siguieron llegando, algunas con quejas por la arena que entraba en las casas y porque era usada por los animales, otras quejándose de la sobrepoblación y por los jóvenes acariciándose al anochecer. Aun así, la mayoría de las cartas eran peticiones para más espacios de juego.1