Editora Externa de ArchDaily en Español. Estudiante de Arquitectura en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (FADU-UBA). Instagram | @belenmaiztegui
Con una gran carga simbólica, la arquitectura religiosa se ha caracterizado históricamente por la riqueza de sus espacios interiores. La escala, la materialidad y principalmente la luz fueron herramientas de la que muchos arquitectos y diseñadores se valieron para recrear ciertas atmósferas que enriquecieran los sectores de oración, conduciendo a los fieles hacia una experiencia sagrada a través del espacio.
Alarcia Ferrer es una oficina de arquitectura argentina con base en Córdoba fundada en el año 2009. Orientados hacia una producción privada de mediana escala en entornos suburbanos y rurales, han sabido trabajar durante más de una década en estrecha relación con el paisaje de la provincia, reflexionando constantemente sobre las tensiones e interacciones entre naturaleza y artificio. Cada obra puede leerse como el fruto de un ejercicio material y espacial que les sirve como excusa para replantearse aspectos más profundos como la permanencia, la autenticidad y la sencillez.
El granero, con una naturaleza muy similar a los silos y los hórreos, es una tipología edilicia esencial dentro de los procesos de acopio agrícolas. Sus diseños suelen ser simples y funcionales. Sirviendo específicamente como depósito para almacenar grandes volúmenes de materias primas, se caracterizan por ser sus techos altos, sus grandes luces y su relativa flexibilidad, protegiendo del sol, la lluvia, la humedad y los animales a los productos derivados de las actividades de la agricultura -cereales, frutos, granos, paja, heno-.
Ubicándose en la región central de América del Sur, Paraguay posee una gran variedad de condiciones geográficas, con paisajes y recursos diversos. En líneas generales, el territorio está enmarcado en una zona de alta humedad y temperaturas cálidas, las cuales predominan durante todo el año, con veranos calurosos y lluviosos e inviernos suaves. Bajo estas condiciones, la refrigeración de los espacios interiores adquiere una gran relevancia y los sistemas pasivos de ventilación son especialmente tenidos en cuenta durante las primeras etapas de proyecto.
Con un promedio de 12 metros cuadrados verdes por habitante, en un informe publicado recientemente por la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la ciudad de Rosario fue declarada como el enclave urbano "más verde” de la Argentina. El índice resultante es idóneo en relación con lo establecido por la OMS, quien determina que debería haber entre 10 y 15 metros cuadrados de espacio verde por persona para que todos los ciudadanos puedan disfrutar de una calidad de vida decente. La creación de nuevos parques en los últimos años, sumado a la mejora de los más de 70 ya existentes con la incorporación de equipamiento y tecnología, deja en evidencia la relevancia que tienen los espacios verdes para los y las ciudadanas de Rosario.
Observar la realidad de nuestro entorno construido nos permite reconocer que hay identidades que los modelos y escalas existentes no representan. Estas voces, no casualmente, han sido las grandes ausentes en los procesos de planeamiento y construcción de las ciudades y su arquitectura. Sus deseos y maneras de ser y habitar en el mundo han quedado excluidos e invisibilizados. Esto nos hace repensar ¿Qué voces están habilitadas en los debates sobre lo urbano y para quienes diseñan la ciudad?
La reciente polémica del proyecto de ley para habilitar la privatización y posterior edificación de un porcentaje de tierras ribereñas recuperadas en el borde costero del Río de la Plata (Buenos Aires, Argentina), nos ha invitado a involucrarnos en los problemas metropolitanos de infraestructura y ordenamiento territorial y a reflexionar sobre el rol de la sociedad en los procesos de planificación urbana, reabriendo los debates en torno a las transformaciones de nuestro borde costero.
Si bien el hormigón es uno de los recursos constructivos más elegidos a lo largo de todo el mundo por su durabilidad, maleabilidad y resistencia al clima, también se posiciona dentro de la lista de los mayores emisores de CO2 en el campo de la construcción. Por este motivo, en los últimos años, muchos arquitectos han innovado y experimentado con este sistema para tratar de optimizar su rendimiento, exprimiendo sus ventajas técnicas y solventando sus desventajas ambientales. Dentro de estas exploraciones se encuentran algunos proyectos que han estudiado la posibilidad de reemplazar los encofrados tradicionales por materiales más sostenibles como el bambú, una planta que crece en abundancia en numerosas regiones del mundo y que, con un bajo impacto ambiental, permite obtener terminaciones vistas texturadas de gran calidad.
En el campo de la arquitectura, los cambios a nivel tecnológico, social y cultural impulsados por los procesos de globalización del siglo XXI, han habilitado el desarrollo de equipos transnacionales y firmas muy diversas que proyectan arquitecturas con perspectivas innovadoras y visiones desancladas a una única ubicación geográfica. La hiper comunicación, el intercambio y los avanzados recursos digitales son herramientas proyectuales que han permitido que los arquitectos operen con una visión más global sobre la práctica, trascendiendo los límites fronterizos y permitiéndoles aproximarse a los problemas arquitectónicos de un modo más abierto y plural.
Históricamente, el bambú ha sido utilizado como materia prima en construcciones tradicionales de bajos recursos, sirviendo como sustituto de otras maderas para materializar estructuras, cerramientos e incluso mobiliario. Hoy en día, debido a sus numerosas ventajas asociadas a la durabilidad, resistencia, versatilidad y bajo impacto ambiental ha logrado ganarse la denominación de “acero vegetal” y obtener un lugar privilegiado dentro de la industria constructiva. La corriente búsqueda de nuevos materiales para el desarrollo sostenible ha generado nuevas fusiones constructivas que ponen en juego materiales y técnicas contemporáneas con elementos tradicionales, amalgamando y potenciando las cualidades de los materiales en cada región.
Se dieron a conocer los ganadores del concurso de Anteproyectos Terminal De Omnibus Allen (TOA) , una convocatoria de carácter regional promovida por la Municipalidad de la Ciudad de Allen (General Roca, Río Negro, Argentina), organizada por el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Río Negro Seccional 2 y Seccional 4 (CARN) y auspiciada por la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA) que invitaba a los profesionales arquitectos a generar propuestas para erigir una nueva Terminal de transporte de pasajeros, potenciando la creatividad en la concepción arquitectónica e interviniendo a escala urbana la ciudad.
Si bien hay cierta indefinición teórica respecto a los límites y alcances del término “brutalista”, hay ciertas constantes sobre sus parámetros estéticos que permiten establecer una línea de análisis relativamente concreta. En estos términos, los edificios pertenecientes al brutalismo -estilo del Movimiento Moderno que atravesó su época de auge entre las décadas de 1950 y 1970-, se caracterizan por su sinceridad constructiva -mostrando y evidenciando el material que compone la arquitectura, así como su lógica constructiva y estructural- la geometría de sus formas y la aspereza de las superficies. El hormigón armado aparece como el material predilecto y tanto las texturas generadas por los encofrados de madera rugosa como las incorrecciones del hormigón ya no se cubren con revoque o pintura, sino que se opta por una exhibición deliberada de los procesos constructivos.
Si bien el tejido de la ciudad de Buenos Aires se caracteriza por poseer una condición morfológica heterogénea y en constante transformación, dentro del rango de las viviendas de baja densidad, es posible detectar ciertas tipologías constantes que han surgido a partir de la interacción de sucesivas variables históricas -como las estrategias de loteo y subdivisión de las manzanas, las normativas urbanas y sus correspondientes actualizaciones, o la tradiciones constructivas de quienes irguieron la ciudad-. Una de estas tipologías identificables es el PH, cuyo nombre deriva de la noción de Propiedad Horizontal, una normativa que ha permitido el desarrollo de viviendas particulares dentro de un mismo lote (construcciones segregadas de baja altura coexisten y conviven entre sí en el mismo terreno dando como resultado un lote hiper-denso)
“Las tecnologías indígenas no están perdidas ni olvidadas, sólo ocultas por la sombra del progreso en los lugares más remotos de la Tierra". En su libro Lo-TEK: diseño por indigenismo radical, Julia Watson propone revalorizar las técnicas de construcción, producción, cultivo y extracción llevadas adelante por diversas poblaciones remotas que, generación tras generación, han logrado mantener vivas prácticas culturales ancestrales integradas a la naturaleza, con un bajo costo ambiental y una sencilla ejecución. Mientras las sociedades modernas trataban de conquistar la Naturaleza en nombre del progreso, estas culturas indígenas trabajaban en colaboración con ella, comprendiendo los ecosistemas y los ciclos de las especies para articular su arquitectura en un todo integrado e interconectado simbióticamente.
Se dieron a conocer los trabajos premiados y distinguidos dentro de la convocatoria “Arquitectura Argentina Solidaria”, un llamado Nacional organizado por la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) y el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU) que invitaba a los arquitectos, arquitectas y equipos de trabajo de todo el país a presentar ideas, iniciativas, propuestas, proyectos, obras e investigaciones realizadas en los últimos diez años que tuviesen como eje rector la solidaridad y la inclusión. Reuniendo los “saberes y pensares” de los profesionales de todo el país, el móvil fundamental de esta Convocatoria era dar respuesta a las necesidades emergentes de los sectores más desprotegidos de la sociedad, ahora agravados más que nunca por la situación de pandemia.
Históricamente, las persianas ligeras de cuerda y madera han oficiado como elementos de protección -ancestralmente materializadas con fibras vegetales o cañas entretejidas- que permitían, mediante mecanismos de gran simpleza, graduar la entrada de luz y repeler la lluvia en los proyectos de arquitectura. Han sido especialmente utilizadas en regiones mediterráneas y tropicales ya que, además de ofrecer protección solar y control visual, su cualidad permeable habilitaba el ingreso de aire en los recintos, permitiendo una ventilación eficiente y económica de los espacios interiores.
Se dieron a conocer los ganadores del Concurso Nacional de Anteproyectos “Parque de la Ciudad” Comodoro Rivadavia, una convocatoria organizada por el Colegio de Arquitectos de Chubut y auspiciada por la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos que invitaba a los participantes a desarrollar ideas urbano-arquitectónicas para renovar el espacio público de la Ciudad de Comodoro Rivadavia, Chubut (Argentina) a través del diseño de un nuevo Parque Urbano y un Centro de capacitación y producción de Música Popular.