¿Cómo los profesionales de la arquitectura pueden transformar la atmósfera de una estructura? ¿Qué intervenciones son capaces de trascender la reutilización adaptativa para modificar la percepción de los espacios? Al reutilizar las arquitecturas en el tiempo, nuevos usos y necesidades afloran entre los espacios y sus usuarios. Si bien las estructuras de los edificios antiguos mantienen viva la memoria de las comunidades, la introducción de una nueva vida a partir de invernaderos, viviendas, comercios, oficinas o centros culturales trae consigo la concepción de nuevas atmósferas donde la luz, la ventilación, la incorporación de naturaleza y demás aspectos transforman las experiencias interiores.
Hace no mucho tiempo leíamos en uno de los textos ganadores del Concurso Nacional de Crítica: “En Chimbote, la ciudad que creció dándole la espalda a su bahía, formada por la búsqueda de una vida económicamente productiva, no hay mucho que hacer, no hay mucho con lo que divertirse. Y esto no solo por la poca oferta de locales para actividades culturales o de recreación, sino porque en la misma calle, en el espacio público, no hay mucho con lo que encontrarse. Parece difícil que esta situación cambie a la hora de construir la ciudad (…) en una ciudad que se volvió aburrida, útil solo para una precaria producción económica, en la que la calle es solo un espacio de tránsito, de ir y venir sin mayor emoción (…). Ojalá que el aburrimiento no nos quite la capacidad de imaginar nuevas formas de crecimiento para nuestra ciudad”. Una severa y retadora crítica hacia el devenir.
Ahora, este proyecto aparece como una respuesta mostrando otras formas de ver, vivir y crecer para esta cálida ciudad de la costa norte del Perú. Es una forma de redescubrir un emocionante Chimbote de colores, y es lo que nos da gusto presentar y destacar en esta publicación: la contracara, las acciones de reacción frente a las críticas o precisamente lo que un pensamiento crítico puede llegar a hacer. Además de ser –un respiro– un ejemplo replicable de pequeñas grandes obras a ejercer en ciudades de otras partes del país, que no sean Lima.
"Los 12 mil pares de zapatos de Abrantes" por Victor Lledó Garcia, Juan José Pérez Moncho y Mateo Fernández-Muro. Imagen cortesía de Canal 180
Doce mil pares de zapatos y apilados girando en formas geométricas se instalaron en el centro de la ciudad de Abrantes, Portugal, el mes pasado. Las instalaciones fueron dos proyectos ganadores del 180 Creative Camp 2014, que fue diseñado por el Canal 180 del país para promover proyectos de intervenciones urbanas.
El concurso recibió 72 inscripciones de 18 países y fue creado en colaboración con Archdaily, Canal 180, y el municipio de Abrantes. El concurso corrió hasta el 8 de junio con un jurado que incluyó Archdaily, la Editora Ejecutiva Becky Quintal, el Director Ejecutivo de Canal 180, y el Presidente de la Municipalidad de Abrantes. Los dos proyectos ganadores recibieron cada uno 2.500 euros para realizar e instalar su trabajo en Abrantes.
Más información y fotografías acerca de los proyectos ganadores de 180 Creative Camp después del Salto.