
La envolvente del edificio es la separación entre el interior y el exterior, utilizada para proteger los espacios habitables y para facilitar su control climático. El diseño y la construcción de una envolvente debe cumplir con cuatro requisitos principales de desempeño: (1) Integridad estructural, (2) Control de humedad, (3) Control de temperatura, (4) Control de las fronteras de presión de aire.
Las conexiones e interacciones entre los diferentes componentes físicos (cimientos, techos, paredes, puertas y ventanas) son los principales factores que determinarán la eficacia y la durabilidad del sistema de cierre del edificio.