El Cairo, la vibrante capital de Egipto, es una síntesis única de arquitectura histórica y contemporánea. Siendo una de las ciudades más pobladas de África, esta aglomeración urbana bulliciosa tiene una larga y rica historia, y alberga a casi 20 millones de personas. Además de las infames Grandes Pirámides de Giza y la Esfinge, que han atraído a turistas durante tantos años, la ciudad ha sido un crisol de culturas, historias y entornos construidos por igual.
La ciudad de El Cairo ha sido testigo de muchas épocas diferentes, cada una caracterizada por estilos arquitectónicos únicos. Después de los antiguos egipcios, el período islámico vio el surgimiento de edificios icónicos como la Mezquita de Ibn Tulun y la Mezquita del Sultán Hassan. Estos fueron seguidos por el período mameluco, durante el cual se construyeron estructuras como la Mezquita de Al Rifai y la Mezquita Madrasa del Sultán Barquq, que ostentaban exquisitas esculturas de piedra, imponentes minaretes e intrincados motivos decorativos. La era otomana trajo sus propios hitos, incluyendo la Mezquita de Muhammad Ali y la Ciudadela de AlQalaa. A finales del siglo XIX y en el siglo XX, El Cairo experimentó una afluencia de estilos arquitectónicos europeos debido a las influencias coloniales. Esto resultó en la construcción de estructuras destacadas como la Ópera de El Cairo y la Torre de El Cairo.