Imagen de Wilfredo Rafael Rodriguez Hernandez, CC0, via Wikimedia Commons.
Un Río de Janeiro radiante, bañado por el sol y mecido por la brisa del mar. La playa está llena de vida—los niños corren por la arena, las familias se divierten, risas resuenan en el viento. Así es como "Aún Estoy Aquí", película brasileña nominada a tres premios Oscar, abre su narrativa: con una ciudad maravillosa que exhala alegría y libertad, un escenario que parece salido de una postal de los años 70. Pero, a medida que la historia avanza, este paisaje luminoso se disuelve en sombras, manchado por el miedo y la incertidumbre impuestos por la dictadura militar que gobernó Brasil durante más de dos décadas.
Inaugurado en 1991, el Teatro Estatal Maestro Francisco Paulo Russo de Araras es considerado uno de los principales equipamientos culturales de la ciudad y la región. Proyectado por el arquitecto Oscar Niemeyer, uno de los grandes exponentes del Movimiento Moderno, el teatro fue dotado de todas las infraestructuras necesarias para eventos culturales locales, nacionales e internacionales entre 1995 y 2005. Niemeyer ha dejado un legado cuya línea arquitectónica de formas libres se articula con influencias de diferentes vertientes, pero, además, es capaz de dialogar con la identidad de un país tropical.