Piezas de porcelanato han sido hábilmente elaboradas en todo el mundo durante siglos, siendo ampliamente utilizadas en suelos, paredes, escaleras e incluso encimeras. Este material, derivado de arcilla fina y sometido a altas temperaturas, es reconocido por su estética refinada, facilidad de mantenimiento y baja absorción de agua. Su notable versatilidad y durabilidad lo distinguen, convirtiéndolo en una elección destacada para diversas aplicaciones. En su proceso de fabricación, tras la fase de secado, las piezas se abren a infinitas posibilidades de impresiones y patrones gracias a la tecnología de chorro de tinta láser, permitiendo alcanzar los efectos deseados en cuanto a color y textura. Este enfoque tecnológico no solo refuerza la calidad del producto, sino que también añade una dimensión creativa a la aplicación de estas piezas de porcelanato en entornos diversos.
Mucho más allá de las modas temporales, los revestimientos de porcelanato con texturas se han destacado como una forma efectiva de transformar los interiores. Estos pueden ser empleados en paredes específicas para destacar, creando puntos focales que realzan la decoración, permiten aumentar la luminosidad y el movimiento en los espacios gracias a sus facetas tridimensionales, y pueden combinarse con accesorios y elementos para romper con la paleta cromática dominante.