Este número examina los dos paradigmas vigentes de la arquitectura: el mecánico y el electrónico, que conscientemente o no van orientando nuestras opciones formales apoyados en la herramienta computacional. El paradigma electrónico se relaciona con la velocidad, y es cada vez más veloz; el mecánico (que dominó la arquitectura hasta que Mies dibujara a principios del s. XX el rascacielos de la Friedrichstrasse) se resiste en cambio a ella. Cómo los nuevos instrumentos modifican la práctica de la disciplina, de qué manera determinan la forma construida, qué relación establecen las nuevas formas con los fenómenos de la realidad, son algunos de los temas revisados en artículos de Antoine Picon, Martin Bechthold y Juan Ignacio Baixas, entre otros. Las obras que acompañan estos escritos son resultado de investigaciones y pruebas que, situadas entre las nuevas tecnologías y las prácticas constructivas vigentes, acogen la vida de sus habitantes reflejando la tensión entre forma y materialización. Entre ellas, el Pabellón Philips para la exposición de Bruselas realizado por Le Corbusier, la Fundación Ibere Camargo en Brasil de Alvaro Siza, y las Torres Siamesas de Alejandro Aravena en el Campus San Joaquín de la U.C.
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