El siglo XX en México representó un momento de efervescencia en cuanto a experimentación artística y arquitectónico puesto que fue en ese periodo cuando se estableció el movimiento moderno y trajo consigo un conjunto de ideologías de innovación en donde emergieron nuevos talentos así como distintos ejes que estructuraban la producción plástica y arquitectónica.
Es sabido que durante muchos años los arquitectos eran diseñadores integrales, es decir, que se dedicaban a diseñar tanto el espacio como el mobiliario de acuerdo a un mismo discurso que los regía y aunque esto es un hecho, algunas piezas se han quedado en el olvido siendo opacadas por sus grandes obras arquitectónicas y por la velocidad de nuestros tiempos en donde la producción masiva de muebles arrasa invisibilizando estas piezas.