Inaugurada en 1968, La Muralla Roja de Ricardo Bofill se ha beneficiado últimamente de ciertas tendencias en la estética de la generación millennial, sirviendo como escenario para diversos ensayos fotográficos e, incluso, videoclips.
Convertido en el centro de atención de miles de arquitectos y amantes de la arquitectura, no es de extrañar que los residentes del famoso conjunto dificulten el acceso al icónico proyecto. Sin embargo, esto no ha asustado al fotógrafo y arquitecto libanés Anthony Saroufim de escudriñar los laberínticos corredores y escalas del edificio de Bofill.