Cuando falleció en marzo, Michael Graves dejó un legado de diseño que se remonta a más de 50 años y que abarca algunos de los cambios más dramáticos en la arquitectura de finales del siglo 20 y principios del 21. En esta entrevista, realizada en 2012 para su nuevo e-book "Celebrity Designers: 50 Interviews on Design, Architecture, and Life", María Spassov interroga a Graves sobre su carrera, desde el primer momento en que decidió que quería ser un arquitecto hasta lo que considera su mayor logro.
¿Cuándo descubriste tu amor por la arquitectura?
Cuando era niño, lo mejor que podía hacer era dibujar. Mi madre estaba muy nerviosa que me gustaría convertirme en un artista. Ella sabía que sería difícil ganarse la vida como artista. Por eso, ella me animó a encontrar una carrera que incorpora el dibujo y sugirió ingeniería o arquitectura. Le pregunté qué hacía un ingeniero, después de que ella me dijo, yo decidí que iba a ser un arquitecto, porque sabía que no quería estudiar ingeniería. Yo probablemente tenía ocho años.