Para conformar los contenidos del pabellón de México en la Bienal de Venecia de 2016, el pasado octubre el Instituto Nacional de Bellas Artes publicó una convocatoria abierta a través de la cual invitó a despachos y comunidades organizadas de todo el país a presentar proyectos que ejemplificaran la relación entre arquitectura y procesos sociales.
Para reunir un espectro amplio de proyectos, la convocatoria incluyó la categoría “Experiencias para documentar”. Es decir, quienes respondieran a la convocatoria no tenían que haberlas fotografiado o dibujado de antemano, e incluso podrían ser proyectos que ellos no hubieran realizado, pero consideraran relevantes a la convocatoria y en torno a los cuales tuvieran el interés de hacer un trabajo de investigación.
Respondiendo al llamado del INBA, los arquitectos José Carlos Lavalle y Luis Peniche (Lavalle + Peniche Arquitectos) de Mérida, sugirieron documentar los tablados—también conocidos como cosos taurinos—que se montan y desmontan cada año en muchos pueblos de la península de Yucatán. Estas estructuras se usan para corridas de toros, conciertos, procesiones, bailes y otras actividades relacionadas con las fiestas patronales de las comunidades.