Este artículo se publicó originalmente en Common Edge como "Joan K. Davidson and the Fight for New York".
A medida que la desigualdad de ingresos ha aumentado en los últimos años, se ha puesto en duda el papel de la filantropía. ¿Son las donaciones benéficas de los individuos ricos y las empresas poderosas siempre una fuerza positiva, o es esa conexión con la riqueza y el poder un compromiso inevitable? ¿A quién benefician realmente las donaciones filantrópicas, a los beneficiarios o a los donantes? Son preguntas complicadas. Pero las donaciones verdaderamente inteligentes son una fuerza transformadora. No sólo pueden financiar causas valiosas, sino que, si se hacen en el momento adecuado, pueden sembrar las semillas del cambio social.