Inés Esnal diseña una escultura pensada específicamente para el hueco de la escalera de una vivienda unifamiliar. Su formación arquitectónica ha sido de gran influencia en su comprensión del arte en relación al espacio ya sea desde perspectivas fenomenológicas como geométricas. Combinando aproximaciones artísticas y estrategias científicas en el proceso creativo, su objetivo es lograr una obra de arte geométrica y atmosférica, lógica y experiencial.
Bajo el nombre Flame, se presenta esta escultura de cuerdas de polipropileno sobre una estructura de acero que toma unas dimensiones de 75 x 502 cm y recorre los tres niveles de una residencia ubicada en La Moraleja, Madrid.