
A raíz de un estudio estructural de las cargas a las que sometemos a una silla, nace este nuevo concepto donde la economía del material y su grosor condicionan un resultado formal único y ligero. Creada por el diseñador español Ignacio Hornillos, la silla está construida únicamente con madera contrachapada y se une sin necesidad de tornillos, consiguiendo la rigidez a raíz de los arriostramientos en los puntos clave de su geometría.