Ethan Schlussler, de 22 años, ha construido recientemente -y con sus propias manos- una casa en el árbol con materiales reciclados y un sistema de fijación que no interviene el árbol que la sostiene. Para llegar a ella, construyó además su propio ascensor en base a la potencia humana; es así como convirtió una antigua bicicleta y un sistema de poleas en un elevador a pedaleo, lo que le permitió generar una alternativa más rápida e interesante que la tradicional escalera para alcanzar los 8,5 metros de altura.
Más detalles y un video, a continuación.