El pasado 9 de Mayo, en Chile, se aprobó de manera unánime el proyecto para instalar una central hidroeléctrica en el Sur de nuestro país. El proyecto, que contempla la construcción de una gran represa, inundará cerca de 6.000 hectáreas, generando el embalse necesario para el funcionamiento de la planta.
Sin embargo, en paralelo a la generación de la represa y su consecuente área inundada, es necesaria la implementación de una línea de transmisión para llevar la electricidad generada al resto del país que tiene 100 metros de ancho y no despreciables 2.300 km de extensión. Esta línea, por razones obvias de funcionamiento, es ininterrumpida y según estudios preliminares atravesará 6 parques nacionales, 11 reservas nacionales, 26 terrenos prioritarios de conservación, 16 humedales y 32 áreas privadas protegidas.