Las unidades habitables compactas se han convertido en la norma en la mayoría de las grandes ciudades del mundo. La alta densidad y el valor del suelo en las zonas urbanas ha hecho que sea obligatorio para la mayoría de los desarrollos aprovechar al máximo la superficie edificable. El resultado son viviendas cada vez más pequeñas. Hong Kong es probablemente el caso más extremo: con aproximadamente las tres cuartas partes de la tierra preservada, la parte que queda para vivienda alberga a más de 7 millones de personas en uno de los entornos urbanos más densos de la Tierra.
Recientemente, tuvimos la oportunidad de hablar con el arquitecto Gary Chang, fundador del Edge Design Institute, con sede en Hong Kong, sobre su visión de la vida compacta, la arquitectura a pequeña escala, la flexibilidad y el futuro de nuestras ciudades.