
El lugar donde los artistas crean sus obras desvela diversas narrativas sobre su progreso creativo, sobre la elección de sus técnicas y sus temáticas. Son lugares que guardan la memoria, la intimidad y los afectos de los creadores. Para algunos, el aislamiento y la distancia de cualquier distracción posible son las marcas de su taller. Para otros, su espacio necesita evasión y libertad. No raramente el taller se transforma en casa o la casa se transforma en taller, mezclando los usos, deseos y necesidades. Situados en un umbral entre el vivir y el crear, el ocio y el oficio, estos espacios fascinan al público amante de las artes, siendo muchas veces reconstruidos dentro de galerías de arte o transformándose en museos a lo largo del tiempo. Un lugar singular, independiente del alcance de las obras, que muestra la peculiar interacción entre el proceso creativo, las obras de arte y la imagen del artista.