Inspirados en el comportamiento instintivo y la flexibilidad del cuerpo humano para mantener su integridad física ante perturbaciones externas, la start-up puertorriqueña Zero Damage ha diseñado una estructura que reacciona de manera autónoma en los terremotos y es capaz de contrarrestar el periodo de vibración de un edificio.
Fundado por el arquitecto Wilfredo Méndez y la ingeniera mecánica Esmeralda Niño en 2016, el proyecto combina parámetros biomecánicos con principios de la inteligencia artificial: la estructura "siente", procesa y reacciona de manera dinámica al periodo de vibración generado por un evento sísmico en un edificio. Este sistema sismo-resistente es capaz de reconfigurar el diseño estructural en tiempo real, tal como el cuerpo humano reacciona ante perturbaciones externas que afecten su equilibrio.