Durante este verano, visité con unos amigos, unos de los pocos astilleros de Lanchas Chilotas que quedan en el sur del país, exactamente en Mañihueico, comuna de Hualaihue en la X Región, en Chiloé Continental. Don Jaime Enrique Gallardo, amablemente nos recibió en su casa y junto a su hijo, Julio, nos explicaron su oficio.
Principalmente, con maderas nativas de Ciprés de las Guaitecas, Mañio, Ulmo, Teneo, y Coigue, los llamados “Maestros de Ribera”, trabajan en cuadrillas de tres personas, durante seis meses, para construir una de estas embarcaciones. Por herencia familiar, el oficio es transmitido de padres a hijos: las medidas y líneas del barco, son aprendidas de memoria y se trabaja a partir de modelos a escala y proporciones establecidas, sin planimetría.