Redibujando las estructuras desarrolladas por Félix Candela, el arquitecto Ramiro Meyer ha diseñado y construido una bóveda que cubre una superficie total de 90 m2. Consiste en un pabellón simple, eficiente y sin un uso predeterminado, que -a través de materiales locales y las habilidades de sus habitantes- busca ser un modelo de construcción para la población rural de Paraguay.
Revisa cómo se construye la estructura a través de la detallada descripción de su creador.
C-re-a.i.d. [Change -REsearch -Architecture -Innovation -Design] es una organización sin fines de lucro que desarrolla investigaciones en el diseño arquitectónico según las posibilidades locales. Esto se logra mediante diferentes ramas de acción, incluyendo el trabajo en terreno, la construcción organizada, el empoderamiento de los artesanos locales y la colaboración con estudiantes de arquitectura, ingeniería o diseño.
Centrándose en la arquitectura, la organización establece soluciones en materia de vivienda en asentamientos informales; está activa desde el año 2012 y ha llevado a cabo varios proyectos en las zonas rurales de Moshi, Tanzania, involucrando siempre a estudiantes voluntarios.
Buscando vincular a los habitantes de una comunidad en la periferia de Sao Paulo con un centro de formación cultural creado para ellos -pero inexplicablemente inaccesible-, los arquitectos de Al Borde en conjunto con Nacco, han diseñado y articulado una serie de construcciones físicas en la zona para volver a conectarlos. Pero, además de mejorar su calidad de vida y sus espacios públicos, el proyecto busca algo más profundo: validar a sus habitantes como personas, gritarle al mundo "aquí hay gente desde 1993".
Colectivo CHOPEkE* es una comunidad de jóvenes católicos a cargo del arquitecto Omar Ríos, que busca enfrentar la falta de vivienda digna en Ciudad Juárez a través de la arquitectura y la construcción comunitaria.
Luego de una intensa investigación sobre tipologías y materiales, el equipo se trasladó a la Colonia Tarahumara, Km. 33, con el desafío de levantar su primer prototipo de vivienda: una casa con muros de fardos de paja y barro, donde además se recupera la técnica tradicional del bahareque.
El proyecto “Espacios de Paz” está convirtiendo "zonas de peligro" en "zonas de paz", a través del diseño participativo en zonas violentas del país. Liderado por la oficina venezolana PICO Estudio, el proyecto es el resultado de un taller de seis semanas de duración que involucró a cinco grupos de arquitectos, tanto de Venezuela como a nivel internacional. Cada grupo se centró en el desarrollo de un proyecto en una comunidad específica.
Mediante la transformación de los espacios no utilizados, como solares vacíos y áreas de vertederos no regulados, los proyectos buscan crear "dinámicas sociales que inviten a nuevas formas de convivencia y relaciones en las comunidades, transformar las categorías fundamentales que rigen la vida cotidiana: el uso del tiempo y el espacio". La participación de la comunidad fue clave para la iniciativa.
A través del proyecto Módulo 10x10, los arquitectos de S-AR y Comunidad Vivex investigaron las posibilidades de la reutilización de materiales para responder a la falta de vivienda y/o enfrentar situaciones de emergencia en México. Este proyecto genera un sistema modular flexible a partir del reciclaje de paneles de fibra de vidrio y se levanta del suelo para conseguir un mejor aislamiento y la posibilidad de instalación en diferentes terrenos, además de una aplicación efectiva de la ventilación natural.
Luego del incendio en Valparaíso, Chile -el pasado 12 de Abril de 2014-, un grupo de jóvenes arquitectos viajaron al puerto para hacerse presentes y emprender un proyecto de reconstrucción en base a la eficiencia energética, el reciclaje de materiales y una espacialidad en concordancia con el contexto inmediato. El proyectoMinga Valpo ha logrado todos estos objetivos, pero además se ha transformado en una experiencia que ha permitido que las familias aprendan construyendo su propia casa.
Revisa un completo set de fotografías y la descripción de la iniciativa por los arquitectos, después del salto.
En 1997, en San Andrés Itzapa, Guatemala, la asociación Maya Pedal comenzó a reciclar restos de bicicletas para transformarlas en bicimáquinas. Las bicimáquinas son lavadoras, batidoras o máquinas trituradoras a pedales, que aprovechan la energia cinética para eliminar la necesidad de combustible y electricidad. También pueden utilizarse como bombas de agua, con la capacidad de extraer 30 litros de agua por minuto desde pozos a 30 metros de profundidad (las bombas electrónicas alcanzan sólo 12 metros).
Aunque no soluciona totalmente los problemas urbanos actuales relacionados con la escasez energética y la búsqueda de nuevas fuentes de energía, esta iniciativa local sostenible puede dar pequeñas luces de las medidas que podamos desarrollar a futuro y es un notable primer paso para reducir el gasto en electricidad y combustible, sin contaminar la ciudad.
La arquitectura tiene un enorme poder para cambiar el mundo. Día a día los arquitectos tomamos decisiones que son bastante más determinantes de lo que pensamos; nuestros diseños no sólo determinan la manera en que -espacialmente- habitamos la ciudad y el territorio, sino que además definen -socialmente- quiénes somos, cómo nos relacionamos con las demás personas, qué posibilidades tenemos.
Una serie de equipos alrededor del mundo están saliendo de su contexto inmediato para poner la mirada en zonas y comunidades donde la (buena) arquitectura parece no llegar, desafiando los estilos y las lógicas laborales tradicionales para demostrar que nuestra influencia, aplicada de forma solidaria y colaborativa, realmente puede hacer una diferencia.
La Casa de la Lluvia [de ideas] es parte de un proceso de autoconstrucción física y social, un espacio cultural y comunitario en un barrio de invasión de Bogotá, situado en la franja de los cerros. Un lugar con escasos recursos materiales pero invalorables recursos ecológicos y humanos. Se evidencia que la capacidad de autogestión en la ciudad puede trascender la vivienda y los servicios básicos hasta abarcar el espacio público y comunitario, siendo sus mismos ciudadanos quienes se hacen cargo de la gestión cultural, política, social e infraestructural de su ciudad en primera persona, mejorándola cualitativamente para enriquecer su calidad de vida y evidenciar su derecho a ocupar la ciudad.
Tomando como punto de partida el sistema constructivo del superadobe, la organización GA Collaborative se ha impuesto el desafío de llevar el buen diseño arquitectónico a las zonas rurales de Rwanda. Respondiendo a la díficil situación de muchas de las familias de la región -que han quedado fuera de los programas de reubicación urbana-, el equipo de arquitectos lleva más de ocho años en la localidad de Masoro; trabajando codo a codo con sus habitantes para empoderarlos a través de la construcción comunitaria y el intercambio mutuo de conocimientos.
A través de la innovación técnica desarrollada por los arquitectos de Kere Architecture, esta biblioteca aprovecha la madera de eucaliptus -poco utilizada en la zona- para generar un perímetro permeable y construye una serie de tragaluces a través de moldes de macetas de barro tradicionales de la región, dejando pasar la luz natural y permitiendo la circulación del aire en el interior.
“El derecho a la ciudad no es simplemente el derecho de acceso a lo que ya existe, sino el derecho a cambiarlo a partir de nuestros anhelos mas íntimos” –Robert Park, sociólogo urbano-
Arquitectura Expandida es un colectivo nómade que promueve la generación de lugares de encuentro en medio del territorio, desarrollando -desde 2010- una serie de proyectos en distintos barrios de Bogotá, Colombia. Funcionando como "Laboratorios Urbanos" transdisciplinares y experimentales, los edificios y espacios creados se han levantado de forma colaborativa y en estrecha relación con los habitantes de las comunidades favorecidas.
Dejamos con ustedes la Casa del Viento, una biblioteca construida de guadua, policarbonato y suelos de madera, que lleva consigo un mensaje bastante más potente que la liviandad y transparencia que amablemente proyecta.
Detalle Cubierta Yantaló Volunteer House es un proyecto desarrollado por la Organización Internacional de Voluntarios Yantaló, una organización sin fines de lucro creada por siete amigos que visitaron el lugar para compartir sus conocimientos arquitectónicos con sus habitantes. La casa comunitaria para voluntarios, actualmente en construcción, centra su diseño en una cubierta tipo “mariposa” que recolecta la abundante agua de la lluvia de la zona y busca replicarse en nuevas viviendas para empoderar a sus habitantes a través del “poderoso recurso del agua”. La cubierta puede ser incluso adaptada a viviendas ya existentes. Imágenes de su construcción, detalles y más información, después del salto.
El año 2008, la arquitecta Ana María Gutiérrez y el paisajista Itamar Sela, decidieron embarcarse en el desafío de desarrollar acciones concretas para generar comunidades verdaderamente sustentables. Ubicado en Tenjo, Cundinarma, "Organizmo" funciona como un centro de diseño y capacitación en técnicas de construcción de bajo impacto, como Techos Verdes, Muros Verdes, Construcción con Fardos de Paja, Construcción en Tierra, Construcción con Reciclaje de Botellas PET y escombros y la técnica del Superadobe y los Ecodomos.
Entendiendo la arquitectura como una herramienta para lograr la equidad de oportunidades, crearon además el área de proyectos MAPA, desarrollando tipologías de vivienda accesibles económicamente, eficientes climáticamente y sin dejar impacto en su medio ambiente.
Gestionar, Acordar, Ordenar y Convivir son las cuatro estrategias con las que esta propuesta busca innovar hacia una arquitectura verdaderamente sostenible y de bajo costo. Re plantear las formas de cohabitar a través de la creación de dinámicos e interactivos espacios comunitarios es el principal objeto de lo que llamaremos “Convenios Habitables”. Estos espacios, se caracterizan por promover acuerdos de cooperación entre los habitantes de una sociedad, permitiendo el mayor avance de sus hogares en la medida en que todos participen en su construcción.
En pocas palabras, esta nueva máquina de habitar busca re definir el verdadero sentido del espacio público y el poder de creación de la Gestión Comunitaria al buscar cambiar las formas de habitar y no de intentar cambiar las maneras de vivir al imponer una forma.
Más detalles del interesante proyecto auto sostenible de DAMM Arquitectura, después del salto.
El arquitecto Andrés Orellana ha observado a las comunidades de pescadores existentes en las costas de Venezuela para proponer un nuevo tipo de vivienda sostenible que rescata y maximiza sus cualidades intrínsecas de autosuficiencia. Todas estas cualidades responden a largos procesos de adecuación a su contexto, las que gracias a las nuevas tecnologías de hoy pueden ser actualizadas y potenciadas en favor de sus habitantes.
Más detalles de los sistemas eficientes propuestos, después del salto.
El Centro Comunitario Thon Mun -diseñado por los arquitectos de Project Little Dream en Camboya- entrega un lugar de reunión pública con clases gratuitas para los niños, activando el complejo a través de una plaza pública. El edificio se completó con el trabajo de 65 voluntarios y artesanos locales en durante dos fases de invierno. El proyecto se compone de dos aulas en una plataforma elevada, envueltas por una serie de pantallas de bambú poroso; cubierta que se extiende entre los dos volúmenes para generar un corredor techado con vistas al horizonte de los campos de arroz.