Italia acaba de sumar una nueva obra de Santiago Calatrava: se trata del puente atirantado de Cosenza en la ciudad homónima, a 300 kilómetros al sur de Nápoles, concebido con el objetivo de integrar dos áreas urbanas de la ciudad que actualmente se encuentran desconectadas por el río Crati: Contrada Gergeri y Via Reggio Calabria.
Construido con los materiales característicos de la trayectoria de Calatrava —acero, hormigón y piedra natural—, el proyecto es un puente con un único pilar inclinado, con un tablero de acero de 140 metros de longitud, un ancho de 24 metros y una altura máxima de 82 metros, destinado al tráfico rodado y peatonal. Su forma recuerda al primer puente del mundo con un pilono inclinado: el del Alamillo en Sevilla (España), obra también diseñada por Calatrava.