El arte de construir un refugio a partir de bloques de hielo se transmite de padres a hijos entre los inuit, pueblos originarios que habitan las regiones más septentrionales del planeta. La planta circular, el túnel de entrada, la salida de aire y los bloques de hielo forman una estructura donde el calor generado en el interior derrite una capa superficial de nieve y sella los huecos, mejorando el aislamiento térmico del hielo. Durante una tormenta, un iglú puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte y quizás este sea el ejemplo más icónico y radical de lo que significa construir con materiales locales, pocas herramientas y mucho conocimiento. En este caso, todo lo que tienes es hielo.
Aprovechar los recursos y la mano de obra local son conceptos clave para la arquitectura sostenible, los cuales habitualmente se pasan por alto a expensas de soluciones replicadas en otros contextos. Con las nuevas demandas y tecnologías, y la globalización de los materiales y las técnicas constructivas, ¿existe todavía espacio para los materiales locales? Y si hablamos de las construcciones impresas en 3D, ¿estamos destinados a erigirlas solo en concreto?