
Teniendo una historia tan significativa, la arquitectura de Brasilia, refleja tanto la riqueza y la importancia de la cultura, como una ciudad planificada. La iglesia como institución tiene mucha importancia en la sociedad, por lo que el diseño de ésta materializa un significado y personalidad únicos que se contraponen a las formas presentes en su entorno. Oscar Niemeyer pretendía hacer una clara declaración mediante la expresión de grandes proporciones y diseño único presentes en la Catedral de Brasilia, lo que derivó posteriormente a que recibiera el Premio Pritzker en 1988.