Antoni Gaudí es conocido por su gran imaginación inspirada en la naturaleza y poesía, la cual e ve reflejada claramente en el diseño de la Casa Battló, construida entre 1904 y 1906. Toda la arquitectura de esta obra parte de la base de las formas animales, en especial del océano, a través de un trabajo con curvas, sugerencias al esqueleto y colores brillantes, que en conjunto componen una obra maestra en Barcelona.
Su fachada revela texturas, colores e imágenes impresionantes, que llaman la atención desde cualquier ángulo. Estos elementos interactúan evocando pensamientos de cuentos de hadas y sueños fantasmales. Los balcones contienen las piezas escultóricas más grandes de la fachada, que generan las barandas y enmarcan la entrada, sugiriendo antifaces o clavículas, para mantener este caracter “vivo” en la fachada.
El dramático montículo jorobado “está revestido por un lado, por un blindaje semejante al de un armadillo, mientras que en el otro lado se cubre con fragmentos produciendo un sutil brillo color blanco-naranja. La columna vertebral está salpicada de vértebras verdes y azules, lo que sugiere que éstos podrían ser los organismos en sí mismos, mientras que las líneas que fluyen en el techo de la fachada se encuentran bordeadas de otras armaduras de huesos y articulaciones de reptiles.”
Las criaturas aparecen en plenitud durante la noche, ya que la fachada se enciende, y entre las sombras y las figuras, genera tenebrosas y dramáticas estructuras esqueléticas.
Un empresario textil llamado Josep Maria Jujol, colaboró al arquitecto, en la decoración y el uso del color. En el interior se destacan figuras, textos e imágenes religiosas, muy recurrente en las obras de Gaudí.
En la punta de la torre, podemos encontrar una de los elementos característicos de Gaudí, un cruce transversal de cuatro puntas. Gill, autor de Essential Gaudí, sugiere que el objetivo de Gaudí en integrar en su arquitectura este tipo de imaginería, era señalar que “la religión puede abrazar el humor, la fantasía y lo absurdo.”
Dentro de la casa, la calefacción central, poco frecuente en la época, se generó de manera muy artística, mediante rejillas de ventilación y chimeneas. Utilizándolas como un nuevo espacio, Gaudí expandió su talento e imaginación, diseñándolas como si fueran parte de un cuento de hadas. Quizás lo más interesante de estas chimeneas es su salida en el techo en un ángulo de 45 grados antes de volverse verticales.
Como artista y creyente en un diseño que lo abarca todo, la intensidad de los detalles con los que trabaja y la materialidad no se queda solo en la fachada, sino que las incluye en el interior de una manera incluso más detallada, con la fluidez de los muros sinuosos y orgánicos, el uso del color y los sorprendentes cambios de escala.
El interior está tan vivo que se puede sentir desde la calle, como las líneas de la columna vertebral y la escalera de la pared a través de formas, que avanzan por las superficies con aspecto escamoso. Todo lo diseñado, incluso los elementos decorativos de las puertas, marcos y ventanas, son interpretaciones de las formas naturales que influyeron en el modernismo de Gaudí.
Como dijo Antoni Gaudí: “Aquellos que buscan las leyes de la naturaleza como soporte para sus nuevas obras es colaborar con el Creador.”
Arquitecto: Antoni Gaudí Ubicación: Barcelona, España Años Proyecto: 1904-1906 Fotografías: Wikipedia, John Gill, Ignasia de Sola-Morales Referencias: Casa Batlló, John Gill, Ignasia de Sola-Morales