Considerada una actividad sumamente necesaria para los niños, y al mismo tiempo en constante evolución, el juego pasó de ser un concepto libre e informal, a emplear una variedad de factores dedicados a fomentar el desarrollo físico, cognitivo, creativo y socioemocional. Estudiado por pedagogos como Friedrich Fröbel, este destacó por sus teorías sobre el jardín de infancia, promoviendo el desarrollo espontáneo a través de actividades lúdicas. Con el tiempo, esto sentó las bases de un concepto que se difundió por toda Europa en el siglo XIX y llegó a Estados Unidos con la creación del primer patio de recreo en Chicago en 1892, marcando un punto de inflexión en la manera en que se relaciona el espacio físico con la diversión.
Más de 100 años después, mucho ha cambiado. Hoy en día, las estructuras de juego evolucionan junto a los hábitos de los usuarios y se adaptan a contextos donde históricamente no estaban presentes, como son los espacios cerrados de interior. Esto se debe en gran medida a la optimización de sus dimensiones, mejoras técnicas y la aplicación de tecnología de avanzada que permite dar lugar a materiales cada vez más resistentes, versátiles y sostenibles. Todo esto hoy da lugar a soluciones que propician nuevas formas de vivir estos espacios, adquiriendo un enfoque alternativo que converge con el esparcimiento. A partir de esta dinámica, Urbanplay ha presentado un nuevo concepto de juego para interiores a través de las soluciones modulares de Kompan, el principal fabricante de equipamiento lúdico de alto estándar a nivel mundial. Este enfoque se centra en la creación de zonas de juego personalizadas, con el objetivo de potenciar la experiencia del usuario y fomentar atmósferas recreativas más amigables, transversales y de fácil acceso.