Por muchos años, la bóveda catalana ha sido empleada en distintos proyectos cuyo programa va desde lo habitacional hasta lo público. Este elemento de diseño parte de una técnica de construcción tradicional –probablemente originada en la Edad Media– que consiste en realizar una cubierta con ladrillos colocados por la cara de superficie mayor que forman el largo o soga y el ancho o tizón del ladrillo, en vez de hacerlo por cualquiera de las demás caras gruesas.
Bóveda catalana: Las más recientes noticias y obras de arquitectura
Proyectos en México que utilizan bóveda catalana en sus techos
Bóvedas y bovedillas en casas argentinas: ejemplos en ladrillo, madera y hormigón
Una bóveda es un elemento constructivo superficial en el que los elementos trabajan a compresión. Si bien esta resolución constructiva ya era utilizada incluso en el tiempo de los romanos, algunos tipos de bóvedas (como la catalana o la bóveda tabicada valenciana) comenzaron a establecerse como recursos constructivos de alta popularidad en algunas regiones del mundo a partir del siglo XIX, al presentarse como una solución adecuada para la construcción de viviendas (principalmente por su bajo costo material). Con la capacidad de salvar luces de incluso treinta metros por módulo, esta técnica logró popularizarse dentro de ciertas tipologías industriales, adecuándose a los requerimientos dimensionales de talleres, fábricas y depósitos.
Bóveda catalana en España: 15 proyectos de arquitectura contemporánea que recuperan la técnica tradicional
En algunos casos, la cubierta puede convertirse en el elemento con la principal carga expresiva de un proyecto arquitectónico. La bóveda catalana -también conocida como bóveda tabicada valenciana- se estableció como un recurso constructivo de alta popularidad en las regiones de España a partir del siglo XIX, presentándose como una solución adecuada para la construcción de viviendas por su bajo costo material y su gran velocidad de ejecución. Con la capacidad de salvar luces de incluso treinta metros por módulo, esta técnica logró adecuarse a los requerimientos de la arquitectura industrial, empleándose incluso en talleres, fábricas y depósitos.