Es simple sentido común: un buen diseño se basa en las personas y en lo que realmente necesitan. Como arquitectos, ¿estamos profundizando lo suficiente como para dar las respuestas correctas a los requisitos que enfrentamos en cada proyecto?
Herman Miller es un gran ejemplo de este entendimiento. Fundada en 1905 por Dirk Jan De Pree, la compañía estadounidense produce equipamiento y mobiliario para oficinas y viviendas, incluyendo un alto nivel de investigación para comprender el cuerpo humano y la manera en que habitamos nuestros espacios cotidianos. Estas investigaciones, respaldadas por pruebas de usabilidad y estudios multidisciplinarios, dan como resultado una gran cantidad de piezas de mobiliario y diseños espaciales que ahora son utilizados con éxito por personas en todo el mundo.
Tuvimos la oportunidad de visitar su sede en Zeeland, Michigan, para ver más de cerca cómo se han llevado a cabo estos estudios, desde hace ya varias décadas.