Los retos asociados a proveer viviendas adecuadas y asequibles en todo el mundo exigen que los arquitectos respondan con soluciones originales que desafían las formas tradicionales de construcción, de tipologías y métodos de entrega.
En reconocimiento a esta demanda, el Festival Mundial de Arquitectura de Berlín del mes pasado eligió la vivienda como su foco temático. El festival generó titulares con el inflamatorio discurso de apertura de Patrik Schumacher, quien pedía que las ciudades fueran entregadas enteramente a las fuerzas del mercado, desmantelando la vivienda social y privatizando todo el espacio público. La controversia que siguió desmintió la diversidad del discurso sobre la vivienda en el Festival y la presentación de respuestas arquitectónicas innovadoras a los desafíos de la vivienda.