Reconocido por completar 36 proyectos públicos distintos pero cohesivos en todo México en tan solo 36 meses, Colectivo C733 muestra el impacto del diseño colaborativo en los espacios públicos y las comunidades. Los 36 proyectos formaron parte de un esfuerzo nacional para revitalizar zonas urbanas y rurales vulnerables en México, por lo que recibieron el Premio Obel 2024 enfocado en el tema "Arquitecturas Con". El equipo detrás de los diseños, Colectivo C733, es un grupo colaborativo formado por las oficinas conjuntas de los arquitectos Gabriela Carrillo (Taller Gabriela Carrillo), Carlos Facio y José Amozurrutia (TO), junto con Eric Valdez (Labg) e Israel Espin. En una conversación reciente con la editora en jefe de ArchDaily, Christele Harrouk, el colectivo discutió su enfoque de la arquitectura pública, el proceso de integración de diversas voces y cómo permanecer flexible ante los desafíos de las condiciones locales.
Arquitectura Comunitaria: Las más recientes noticias y obras de arquitectura
“La arquitectura es una obra de generosidad”: en diálogo con el Colectivo C733, ganadores del Premio Obel 2024
Reconstrucción social tras el sismo 19S: 'Si van a llegar con sus maquetas y prototipos de siempre, no tienen absolutamente nada que hacer ahí'
Este artículo fue originalmente publicado el 10 de octubre de 2017.
El día lunes, 9 de octubre de 2017, Radio Arquitectura dedicó una emisión especial al tema 'Reconstrucción Social del Hábitat', invitando a una mesa de discusión a algunos personajes que han sobresalido por su trabajo constante en la arquitectura social y participativa en México.
Laboqueria: "Proponemos nuevos modelos de relaciones cooperativas"
Laboqueria es un estudio de arquitectura en Barcelona que evidencia la experiencia de múltiples colaboraciones locales e internacionales. Esta perspectiva global, multidisciplinar y participativa, aseguran les permite tener una visión hacia la arquitectura renovada y diferente.
Con foco en los aspectos sociales, económicos y medioambientales, buscan abordar sus proyectos de forma integral acercando a las distintas personas involucradas en el proceso. Entre sus obras, se encuentran el edificio de viviendas La Balma realizado junto a la cooperativa de arquitectos Lacol; la Reforma d’un local junto a Marta Peinado Alós; y la Casa Ca's Bouer junto a Jordi Queralt.
ArchDaily, interesado en los procesos colaborativos y participativos a través del tema Democratizar el Diseño, realizó una entrevista con Laboqueria para conocer sus principales inspiraciones, desafíos y visiones.
Proyecto DIT: Construyendo un espacio para los niños en el Rimac
En el Perú, las ollas comunes son iniciativas vecinales autogestionarias ubicadas en las zonas vulnerables. Las cuales, basándose en la coyuntura de inseguridad alimentaria y educativa provocada por la pandemia, han cobrado un rol de vital importancia en el desarrollo de los niños, transformando el espacio en escuelas barriales educativas. En este contexto, surge "DIT: Construyendo un espacio para los niños", proyecto seleccionado en la XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo. A través del cual, los arquitectos Gian Franco Pedreschi, Sergio Iván Puch y Jhordano Zabanick, junto a la comunidad del AA. HH. Horacio Zevallos, intervienen el espacio público anexo a una olla común en el distrito del Rímac, favoreciendo en la calidad de vida de los vecinos.
Estos proyectos estudiantiles buscan mejorar las condiciones de trabajo de las parteras en los Altos de Chiapas, México
Hacer arquitectura social no debería ser un diferenciador de nuestra práctica. La excepción es ridícula en un país como el nuestro, donde la asimetría y la desigualdad social son la constante. Sin embargo, nada más oportuno resulta el hecho de contribuir, atajando esos grandes surcos existentes entre la realidad y el espíritu de nuestra labor desde las aulas, con el entusiasmo honesto de los estudiantes de la carrera de Arquitectura.
Este propósito de colaborar desde la academia y no el de lucrar con la necesidad, patentando las soluciones que son obvias en las comunidades, obligó a la renuncia de la promoción de autorías y sobre todo dejar de lado el ego arquitectónico con la claridad de saber que había más qué aprender de la vida de estas comunidades que imponerles a ellas una forma de vida al cobijo del “design”.