Si la carrera de una mujer en arquitectura ya enfrenta más obstáculos que la de un hombre –como han demostrado estudios e investigaciones en todo el mundo– las disparidades se vuelven aún más obvias cuando se trata de asociaciones que involucran a ambos géneros. En la historia de la disciplina es posible encontrar una serie de ejemplos de alianzas en oficinas o proyectos específicos que muestran las discrepancias en el reconocimiento obtenido por los trabajos, que se revelan en premios, honores, cotizaciones y sueldos.
Muchas de estas asociaciones son sobre parejas que, como en cualquier sociedad, diseñan y toman decisiones de trabajo conjunto. Pero, en el caso particular de las parejas heterosexuales de arquitectos, el papel de "esposa" parece haber prevalecido en muchas ocasiones sobre el de colaborador, arquitecto o socio igualitario.