Ubicado en la parte sur de Benin-República, cerca de la ciudad portuaria de Cotonou, se encuentra Ganvie; la aldea flotante más grande de África. Está situada en el medio del lago Nokoué y se caracteriza por casas coloridas de madera sobre pilotes dispuestos alrededor de islas artificiales que datan del siglo XVII.
Esta arquitectura única nació de la historia de la tribu Tofinu, quienes la construyeron como refugio del comercio de esclavos. Ha sido sostenida a lo largo del tiempo por sus sistemas acuícolas socio-ecológicos comunales y ahora se ha convertido en una atracción turística global para el país. La aldea fue reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural mundial en 1996, atrayendo hasta 10.000 visitantes al año. Sin embargo, este flujo de turistas ha impactado a los lugareños y sus prácticas socio-ecológicas que sostienen este entorno acuático. La acuicultura se ha vuelto cada vez más difícil de mantener, ya que la aldea lucha por mantener su base económica. Además, las prácticas de construcción tradicionales han dado paso a las modernas y la aldea enfrenta desafíos ambientales continuos. A pesar de esto, el estilo de vida único de los lugareños en torno al agua ofrece muchas lecciones para el diseño de futuras ciudades flotantes.