Acero
Cubierta en el CPI Antonio Trueba / Atelier80 Arquitectos
Casa Abierta Cerrada / Parallax
11 Jalan Insaf / FOMA Architects
- Área: 620 m²
- Año: 2018
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Proveedores: Villeroy & Boch, Daikin, Molteni & C, Olivary, Sunlight Luminaires, +1
Studio Loft / Yerce Architecture + zaas
Hampton by Hilton Carrasco / gualano + gualano: arquitectos
Casa Binaria / Christopher Polly Architect
MCI Headquarters Office Design / Bloomint Design
Baños en el puerto de Hasle / White
Casa conectar / Story Architecture
Seasonless House / Casos de Casas
Micro Vivienda Songpa / SsD
Casa Coogee / Chenchow Little
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Arquitectos: Chenchow Little
- Área: 332 m²
- Año: 2016
Casa M / Felipe Hess Arquitetos
Torre de Gomariz / Paulo Braga + Cristina Amaral
- Área: 3 m²
- Año: 2015
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Proveedores: Saint-Gobain, Navarra, VMZINC
The Half House / Boro Architects + Cochineal Design
- Año: 2018
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Proveedores: Miele, Dornbracht, Crestron, Element, Forbes &, +7
Eventes Business Garden / Arkkitehtitoimisto HKP
- Área: 22 m²
- Año: 2014
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Proveedores: Tarkett, Saint-Gobain, Casalgrande Padana, Laattapiste, Ruukki, +1
Casa en La Floresta / ARQUITECTURA-G
Clásicos de Arquitectura: Laboratorios JORBA (La ‘Pagoda’) / Miguel Fisac
¿Dónde reside el proceso de mitificación de una obra en arquitectura? ¿Cuáles son la condiciones inherentemente ligadas al recurso de la memoria? Primeramente, la aparición de un valor intrínseco dentro de la propia arquitectura, tal que haga destacar el gusto por el edificio proyectado. A esto le acompañaría el factor histórico, los ecos de la propia época en la que se construye. Y si a todo ello le sumamos una demolición cargada de teatralidad y drama social, el edificio se convierte en algo más, pasando a formar parte del basto territorio mítico de la memoria. La ‘Pagoda’ de Miguel Fisac, la cual comenzó su construcción allá por 1965, fue derribada en unos pocos días en julio de 1999, teniendo treinta y pocos años en el momento de su demolición.
Cariñosamente conocida como la ‘Pagoda’ por los madrileños, evidenciando su similitud con las construcciones asiáticas, no gozaba de la misma estima por parte de los arquitectos de la época. En el ascenso y caída de los Laboratorios JORBA, nombre original del proyecto, convergen elementos puramente trágicos: denuncias movidas por conspiraciones religiosas, desidia por parte de las administraciones, negocios especulativos, celos profesionales y unos gobernantes incapaces de apreciar la calidad de una arquitectura que, a día de hoy, llega a convertirse en mito o mártir; objeto de una injusta destrucción.