Crisis, crisis, crisis... ¿y adivinen qué? Más crisis. Cada vez que escuchamos esa palabra, todo parece más desalentador. Pero esta es la cuestión: con cada desafío viene una oportunidad. Desde la escasez de viviendas asequibles hasta la recesión económica y la emergencia climática, siempre hay un nuevo desafío que abre la puerta a nuevas posibilidades. Pero la verdad es que ninguno de estos son hechos aislados; todos están interconectados de alguna manera, formando diferentes facetas de la misma historia. Quizás una de las menos mencionadas, particularmente cuando se trata del entorno construido, es la crisis alimentaria global, que está creciendo (casi) silenciosamente, esperando ocupar un lugar central. Plantea varios desafíos para la producción futura de alimentos, especialmente en las ciudades.
https://www.archdaily.cl/cl/1021852/produccion-de-alimentos-centrada-en-el-futuro-integrando-agricultura-de-alta-tecnologia-en-las-ciudadesEnrique Tovar
Frente al envejecimiento de la población mundial, se prevé una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI. La concepción de patios, jardines, terrazas y demás áreas verdes en establecimientos destinados a la tercera edad plantea la oportunidad de fomentar el encuentro, la participación en diversas actividades colectivas y la consolidación de espacios de reunión buscando reducir la soledad entre las personas mayores y potenciar el bienestar y la interacción social en relación con la naturaleza. ¿Cómo es posible crear entornos construidos adaptados a las personas mayores y sus necesidades?
La arquitectura del paisajemodernista marcó un cambio radical de los diseños de jardines tradicionales, enfatizando la simplicidad, la funcionalidad y una conexión más fuerte entre las personas y sus entornos. Desde 1930 hasta 1960, este movimiento vio la aparición de arquitectos paisajistas visionarios que integraron forma y función de maneras que redefinieron los espacios al aire libre. Sus diseños respondieron a los paisajes urbanos en rápida evolución de la época, priorizando la usabilidad y creando entornos que pudieran alojar la vida moderna. La influencia duradera de estos principios continúa dando forma a las prácticas contemporáneas, al mismo tiempo que también presenta desafíos únicos en la preservación a medida que estos paisajes envejecen.
España, con su vasto territorio y notable diversidad de paisajes, ha sido un referente en el desarrollo de infraestructuras exteriores, tanto en áreas urbanas como rurales. El turismo ha jugado un papel clave en este proceso, con un enfoque en la creación de espacios que maximicen el disfrute del entorno natural y la integración de los paisajes locales en las áreas urbanizadas. Esto ha dado lugar a intervenciones que van desde la creación de paseos marítimos, miradores y parques naturales, hasta proyectos de parques urbanos en distintas ciudades. Además, el crecimiento urbano ha impulsado la creación de infraestructuras verdes como jardines botánicos, senderos ecológicos y reservas que buscan proteger el entorno, mientras se abren al público de manera sostenible.
La tonalidad de los colores juega un papel importante en el confort térmico de los edificios, influenciando la absorción, reflexión y emisión de energía térmica. Junto con el análisis del clima local, la orientación solar y las cualidades de los materiales de construcción, es posible concebir un enfoque integrado según los colores de las superficies que ayuda a ahorrar incluso en la factura de luz. Aprende cómo estas variables pueden combinarse para que los colores mejoren el rendimiento térmico de tu proyecto.
¿Cómo surgen los pabellones en la arquitectura? ¿Qué rol desempeñan en los espacios urbanos? Más allá de las múltiples interpretaciones que existen alrededor del mundo, la figura del pabellón como principio y tipología arquitectónica tiende hacia la extroversión asociándose con un carácter centrífugo y de apertura visual hacia el horizonte que se vincula desde sus orígenes a la tienda de campaña resguardando de la intemperie. Los pabellones suelen identificarse con edificaciones aisladas e independientes que pueden llegar a promover aperturas laterales del espacio urbano, visuales panorámicas o introspectivas, reflexiones tecnológicas y experimentaciones materiales reconocibles desde su exterior o una vez en su interior.
La arquitectura contemporánea en contextos de Patrimonio Mundial de la UNESCO presenta un desafío único: revitalizar sitios históricamente significativos mientras se adhieren a estrictas directrices de preservación. Desde centros urbanos hasta paisajes naturales y tradiciones culturales intangibles, estos proyectos demuestran el delicado equilibrio entre la innovación y la conservación del patrimonio. Ya sea trabajando en una megaciudad, un paisaje protegido o una zona rural culturalmente rica, se encarga a los profesionales de la arquitectura reimaginar estos espacios sin comprometer su valor histórico. Cada proyecto ofrece una nueva perspectiva sobre cómo los sitios patrimoniales pueden evolucionar y mantenerse relevantes en tiempos modernos.
La iluminación pública desempeña un papel fundamental en las ciudades modernas y ha evolucionado considerablemente a lo largo de la historia. En la Antigua Grecia y Roma, métodos rudimentarios como antorchas y lámparas de aceite iluminaban algunas calles. Durante la Edad Media, castillos y calles de ciudades europeas utilizaban linternas de aceite y, posteriormente, velas. Un avance significativo se produjo con la invención de la lámpara de gas a finales del siglo XVIII, que se usó por primera vez para la iluminación pública en Londres en 1807, mejorando la visibilidad en las calles y contribuyendo a la reducción del crimen. La invención de la lámpara eléctrica por Thomas Edison en 1879 revolucionó la iluminación pública, y las lámparas incandescentes comenzaron a reemplazar al gas, proporcionando una iluminación más eficiente y segura.
Tras extenderse a lo largo de más de 20 millones de kilómetros cuadrados y presentar prácticamente todos los climas del mundo, la región latinoamericana alberga una riqueza biológica endémica y una diversidad geográfica que abarca desde algunos de los ríos más significativos del mundo hasta la cadena montañosa de Los Andes, las selvas de la Amazonía, las llanuras de la Patagonia, las costas del mar Caribe y demás. Frente a un trabajo colectivo que involucra desde las comunidades locales hasta las nuevas generaciones, la construcción de instalaciones y estructuras en estos entornos naturales no sólo se destina a satisfacer necesidades funcionales sino también educativas, de investigación y conservación ambiental.
En la vida urbana, la capacidad de conectarse con el exterior para disfrutar y para el bienestar se vuelve extremadamente importante. Esto se hizo particularmente evidente durante la pandemia de COVID-19 cuando millones de personas en todo el mundo tuvieron que estar confinadas en sus hogares durante largos períodos. Sin embargo, a medida que el mundo se urbaniza cada vez más, el diseño de viviendas de buena calidad es vital y esto incluye el acceso al exterior. En una ciudad como Londres, esta necesidad fue reconocida, y proporcionar un espacio exterior en cada vivienda se volvió obligatorio alrededor del año 2010. En viviendas de varios pisos, proporcionar espacio exterior generalmente toma la forma de un balcón. Las posibilidades de diseño son infinitas, así que ¿cuáles son las consideraciones clave al incorporar balcones en un edificio residencial urbano?
Las tecnologías de construcción vernáculas se basan en siglos de sabiduría práctica, resultado de innumerables pruebas y errores. Esto elimina todo lo irrelevante, creando sistemas altamente eficientes y simples que están intrínsecamente adaptados al clima y los recursos locales. Estos métodos muestran cómo conservar el calor con un mínimo de energía, ofreciendo información valiosa para los edificios modernos y promoviendo la eficiencia energética y la armonía ambiental. En este artículo ya hemos cubierto las técnicas tradicionales de refrigeración pasiva, como las torres eólicas persas o la mashrabiya árabe. Ahora, nos centramos en estrategias aplicables a climas fríos, explorando soluciones efectivas para la retención de calor y la calefacción de los espacios.
El término "prefabricado" es capaz de evocar imágenes de construcción estandarizada e invariable, que recuerda a la arquitectura utilitaria y repetitiva del período de posguerra, donde la urgencia de viviendas rápidas y económicas llevó a la creación de unidades uniformes y a menudo monótonas. Sin embargo, la realidad contemporánea es muy diferente. A medida que avanzan las tecnologías y los métodos de construcción, la prefabricación ha evolucionado hasta convertirse en sinónimo de innovación, adaptabilidad y diseño personalizado. Hoy, esta técnica permite crear espacios multifuncionales y flexibles, que responden no sólo a necesidades prácticas, sino también a las exigencias estéticas y sostenibles de la arquitectura moderna, con la integración de materiales de última generación y la inclusión de nuevas tecnologías, atendiendo a las demandas contemporáneas de personalización y adaptabilidad.
Seleccionado como una de las mejores nuevas prácticas de arquitectura por ArchDaily en 2024, Estudio Rare se define a sí mismo como un espacio experimental interdisciplinario. Con sede en la ciudad de Córdoba, Argentina, sus tres socios fundadores, Agustín Willnecker, Iván Ferrero y Mateo Unamuno, se conocieron mientras cursaban sus estudios en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba. Con una trayectoria joven pero notable, el equipo de Rare ofrece una visión libre y dinámica del diseño, la arquitectura y la construcción. Sus obras, independientemente de la escala o el encargo, muestran una estrecha relación con el arte, reflejando los diversos intereses y formaciones personales de cada uno de los integrantes del equipo y sus colaboradores.
En una era en la que pasamos gran parte del tiempo en espacios cerrados, la arquitectura contemporánea ofrece un enfoque innovador: disolver las barreras entre el interior y el exterior. Esta fusión, ahora una característica icónica de muchos proyectos actuales, refleja un deseo creciente de vivir en sintonía con la naturaleza, promoviendo una armonía que trasciende las paredes y restaura la conexión humana con el entorno natural. Grandes ventanales que enmarcan paisajes y el uso de principios del diseño biofílico desdibujan los límites entre el interior y el exterior, creando espacios flexibles y bañados de luz, donde la naturaleza es incorporada al espacio arquitectónico. Esta integración surge de decisiones de diseño meticulosas, posibilitadas por avances tecnológicos como acristalamientos de alto rendimiento y sistemas inteligentes, que permiten esta conexión sin sacrificar el confort ni la eficiencia energética.
Resistiendo un contexto adverso y sorteando sus restricciones, emerge el Grupo Finca, un colectivo que investiga la práctica de la arquitectura desde una dimensión artística y pedagógica en La Habana, Cuba. Dada la complejidad de la situación política y social del país, la arquitectura informal es moneda corriente: los bajos recursos, la dificultad para conseguir materiales, los costos elevados y la falta de mano de obra calificada, entre otros, son algunos de los desafíos a los que se enfrentan los profesionales independientes de la arquitectura. Sumado a la ausencia de un marco legal regulatorio que les permita trabajar en condiciones formales tanto en el mercado laboral como para obtener materiales e insumos, la construcción de arquitectura contemporánea en Cuba se ve relegada a los procesos independientes que puedan superar estos obstáculos de alguna manera.
El auge de la sostenibilidad y la economía circular está transformando la industria de la construcción, lo que ha generado una creciente demanda de nuevos puestos de trabajo especializados. Roles como el de gestor de sostenibilidad o consultor en economía circular se están volviendo cada vez más comunes en los proyectos actuales.
Reconocido como una práctica esencial en la arquitectura contemporánea, el retrofit ha ganado protagonismo al combinar los beneficios de la revitalización de edificios existentes —sin la necesidad de demolición— con diversas ventajas económicas y sociales. Este enfoque se ha consolidado en el campo arquitectónico, tanto a través de ejemplos icónicos como por iniciativas públicas y privadas.
¿Cómo se relaciona la arquitectura flotante con la naturaleza? ¿De qué manera se vinculan los espacios de bienestar con los entornos naturales? Habitar espacios en torno al agua representa uno de los grandes intereses y atractivos para una gran mayoría de la población mundial hasta el día de hoy. Más allá de que proyectar sobre el agua implica tener en cuenta una serie de variables estructurales, económicas, constructivas, materiales y tecnológicas, conocer los aspectos climáticos de la región vinculados a las precipitaciones, corrientes, vientos, temperaturas y demás resulta fundamental para crear arquitecturas que convivan con el mundo natural y no produzcan graves daños en los ecosistemas.
¿Cuál es el vínculo que existe entre la arquitectura y la pastelería? ¿Qué estrategias de diseño se aplican en los interiores contemporáneos de panaderías y pastelerías? Si bien la arquitectura es capaz de servir de inspiración para el diseño de formas y configuraciones de elementos comestibles, también aporta la técnica del dibujo descriptivo, la composición arquitectónica y la planificación por etapas al lenguaje gastronómico. Centrando su pensamiento en las personas y sus necesidades, ambas disciplinas buscan alcanzar la precisión siendo el diseño de interiores un amplio campo de actuación donde explorar el uso de figuras, colores, materiales y diversos equipamientos para mejorar las experiencias de sus usuarios.
Los diseños de la Bauhaus han influido en nuestra sociedad contemporánea de manera obvia y sutil. Ejemplos icónicos incluyen la silla Wassily de Marcel Breuer, la silla B55, la tipografía Bauhaus y los principios del diseño gráfico que enfatizan las líneas limpias, los colores primarios y las formas geométricas. Sin embargo, los detalles arquitectónicos constructivos del movimiento Bauhaus se discuten mucho menos. Si bien la mayoría puede identificar fácilmente los edificios modernos o Bauhaus por sus formas geométricas, funcionalidad y materiales industriales, sus detalles arquitectónicos por lo general se pasan por alto. No sólo hacen eco del lenguaje de diseño de los reconocidos muebles de Breuer, sino que también han influenciado en los célebres detalles arquitectónicos de vidrio de Mies van der Rohe. Ahora bien, ¿cómo se ejecutaron los detalles de la Bauhaus y cómo podrían traducirse en detalles contemporáneos en la actualidad?
El Coliseo Romano es posiblemente el espacio versátil más emblemático del mundo. Aunque esta estructura no estaba destinada a actividades deportivas, albergó diversos eventos, desde los conocidos combates de gladiadores hasta representaciones teatrales y las dramáticas naumachia (batallas navales). Esto demuestra que el uso flexible del espacio ha sido relevante desde la antigüedad. Siglos más tarde, en el contexto del entorno construido y el desarrollo urbano en constante cambio, los establecimientos deportivos han evolucionado de manera similar, convirtiéndose en ejemplos destacados de espacios polivalentes.
Estos complejos deportivos han pasado de ser lugares altamente especializados a estructuras dinámicas y multifuncionales. Ya sea que alberguen importantes eventos internacionales como los Juegos Olímpicos y Paralímpicos o sirvan como lugares de reunión para comunidades locales, estos espacios logran un delicado equilibrio entre abordar las necesidades de deportes específicos y mantener la flexibilidad para acomodar una variedad de actividades. ¿Cómo coexisten y se interconectan estas diversas funciones? Este análisis explorará cómo las instalaciones deportivas se configuran como centros flexibles para otras disciplinas y actividades cotidianas.
https://www.archdaily.cl/cl/1020541/de-las-cascaras-de-madera-a-los-paneles-de-policarbonato-materiales-que-dan-forma-a-espacios-deportivos-flexiblesEnrique Tovar
En el año 2019, la Secretaría de Desarrollo Urbano contrató a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México para convocar a un concurso dirigido al desarrollo de obra pública de pequeña escala en regiones vulnerables del norte de México. En ese momento, los arquitectos egresados de la mencionada universidad, Gabriela Carrillo, Carlos Facio, José Amozurrutia, Eric Valdez e Israel Espín, se reunieron para participar con su propuesta a este desafío. Convencidos de la importancia de conformarse como equipo y entendiendo que la arquitectura surge en esos momentos de discusión colectiva, intercambio de ideas y posturas, y del compartir el conocimiento y la experiencia de cada uno, formaron el colectivo de arquitectura C733.