A poco más de un año del inicio de la pandemia en Perú, un equipo multidisciplinario de OjoPúblico y Espacio y Análisis ha realizado una amplia investigación fundada en varias bases de datos geográficas y socioeconómicas que revela las amplias brechas de acceso a espacios públicos y áreas verdes en 44 distritos de Lima y Callao (Perú). En varias ciudades del mundo, la pandemia ha demostrado cuán desigual se distribuye el espacio público, especialmente en los barrios pobres y las áreas vulnerables, donde hay pocos espacios compartidos como áreas verdes, parques o zonas de juego. A través del informe cartográfico, el equipo demuestra como más de la mitad de los distritos de Lima y Callao no superan los 3 metros cuadrados de áreas de esparcimiento por habitante, expone los contrastes de las ciudades en varios límites distritales con niveles socioeconómicos elevados y evidencia las tareas pendientes de las autoridades locales por aumentar y mejorar la calidad de las áreas de esparcimiento.
También, durante la investigación conversaron con especialistas de diversas áreas como Juan José Alcázar Flores (decano nacional del Colegio de Arquitectos del Perú), Laura Lozada Acosta (economista y magíster en Desarrollo Urbano y Regional por la Universidad de Seúl), Óscar Apaza (arquitecto y miembro de la antigua Unión de Estudiantes de Arquitectura de Lima) y Agustín Espinosa (psicólogo social y profesor principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú) para indagar sobre las posibles causas de esta desigual distribución de áreas verdes y ahondar en sus consecuencias en, por ejemplo, materia de salud mental.
A continuación, puedes leer el trabajo de investigación cartográfica en palabras de sus autores, miembros de OjoPúblico y Espacio y Análisis:
A causa de la pandemia, el aislamiento forzado expuso las enormes brechas de desigualdad, no solo por la precariedad e informalidad de los empleos, sino también por la ausencia de espacios públicos y la deficiente gestión de las autoridades locales para mejorar y dar seguridad en las escasas áreas de esparcimiento que hay en Lima y Callao. La primera gran cuarentena se declaró el 15 de marzo y solo tres meses después, el 1 de junio del 2020, el gobierno autorizó la realización de actividades y deportes al aire libre por un tiempo máximo de una hora. Mientras las autoridades sanitarias del país y la Organización Mundial de la Salud (OMS) alentaban la necesidad de rutinas de esparcimientos para enfrentar el estrés que producía el encierro, miles de familias de Lima y Callao no podían acceder a este tipo de espacios públicos: porque no los había cerca o porque no eran seguros. Por ejemplo, en el distrito de Cieneguilla, solo el 0,7% de toda su superficie está destinada para actividades al aire libre. La situación es similar si analizamos a toda la capital: Lima tiene un déficit en promedio de 1.900 hectáreas de espacios públicos para el esparcimiento.
En esta investigación geográfica sobre espacios públicos abiertos y áreas verdes de Lima Metropolitana y Callao, se revela que más de la mitad de los distritos de Lima y Callao (25 de los 44 distritos analizados), tienen solo entre 0,3 y 3 metros cuadrados (m2) de áreas de esparcimiento por habitante, para realizar actividades al aire libre, cuando, según los especialistas consultados, lo recomendado es tener un mínimo de 8 m2. Por asuntos metodológicos en esta investigación se define como áreas de esparcimiento a todo espacio público abierto y a las áreas verdes. Es decir, se incluyen parques locales y zonales, plazas y plazuelas, alamedas, malecones, miradores y monumentos de acceso libre. Por otro lado, se excluyeron del análisis a los distritos balnearios de Lima como Pucusana, Punta Hermosa, Punta Negra, San Bartolo, Santa María del Mar y Lurín.
Los distritos con más déficit de áreas de esparcimiento
Para esta investigación se analizó y cruzó información de las bases de datos del Instituto Metropolitano de Planificación (IMP), que depende de la Municipalidad de Lima (MML), el Gobierno Regional del Callao, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y el Ministerio de Salud (Minsa). El análisis identifica que 25 distritos de Lima y Callao, categorizados dentro de un nivel socioeconómico bajo o muy bajo, y que además concentran la cifra más alta de personas fallecidas por Covid-19, son los que más déficit de áreas de esparcimiento presentan: sus habitantes tienen menos de 3m2 por persona. Este grupo de 25 distritos representa el 76% de la población limeña.
Consultado sobre el tema, el decano nacional del Colegio de Arquitectos del Perú, Juan José Alcázar Flores, comentó que lo ideal sería disponer en promedio de al menos 8m2 de áreas de esparcimiento para cada habitante. Sin embargo, distritos como San Juan de Lurigancho, el más poblado y extenso de la capital peruana, y uno de los más afectados por el coronavirus, registra apenas 1,4 m2 de áreas de esparcimiento per cápita. Solo el 3,2% de toda el área urbana del distrito son áreas verdes como parques, parques zonales, o espacios abiertos como plazas o plazuelas. Juan José Alcázar Flores, considera que el déficit de áreas de recreación públicas es una consecuencia del crecimiento desordenado y no planificado, sumado a la fuerte presión por usufructuar el suelo está afectando la disponibilidad de parques y otros espacios públicos.
En esta investigación se identifica a los tres distritos con menor porcentaje de áreas de esparcimiento respecto al total de toda sus áreas urbanas. El caso más alarmante es el Cieneguilla: de un total de 12 kilómetros cuadrados de la zona urbana del distrito, solo el 0,7% son parques, áreas verdes o plazas. El otro distrito es Lurigancho-Chosica, que tiene solo el 0,8% de su superficie urbana en áreas de esparcimiento, para un total de 240 mil habitantes. El distrito de Pachacámac enfrenta la misma situación. Apenas el 1,2% de áreas de esparcimiento respecto a los 19 kilómetros cuadrados del distrito.
OjoPúblico también desarrolló un buscador para que cualquier ciudadano explore y acceda a 132 mapas con información de 44 distritos de Lima Metropolitana y Callao. Esta herramienta contiene la ubicación de las áreas de esparcimiento, así como la cantidad de metros cuadrados per cápita y su porcentaje respecto a la superficie urbana total del municipio de interés. Puedes explorar la situación de cualquier distrito y consultar las cartografías correspondientes a través del buscador de 132 mapas de OjoPúblico.
Una ciudad que crece desigual
Al otro extremo, el análisis geográfico identifica también los distritos con más de 8 m2 de áreas de esparcimiento per cápita. De este grupo destaca San Isidro, Miraflores y San Borja, con 13 m2, 10 m2 y 8,2 m2 por habitante, respectivamente. Si el análisis se hace por el porcentaje que los espacios públicos de esparcimiento representan del total de zonas urbanas, en San Isidro es el 11%; en Miraflores, el 15% y en San Borja, el 12,7% de su casco urbano. Estos distritos son considerados en el Censo dentro de un nivel socioeconómico alto o muy alto.
Uno de los lugares que muestra las diferencias en la presencia de áreas verdes y parques se encuentra en el límite distrital de Santiago de Surco y San Juan de Miraflores, divididos por un extenso muro que separa el exclusivo barrio de Las Casuarinas, en Surco, del distrito de San Juan de Miraflores. Surco tiene un total de 24,9 kilómetros cuadrados urbanizados, de los cuales el 6,6% son áreas de esparcimiento: 5m2 per cápita.
Al otro lado de Las Casuarinas está el asentamiento humano Nueva Rinconada, de San Juan de Miraflores, y que como otras zonas del distrito no cuenta con servicios básicos de agua potable y alcantarillado. En este distrito, solo el 3,8% está destinado a áreas de esparcimiento, lo que equivale a 1,6 m2 per cápita.
Óscar Apaza, arquitecto y miembro de la antigua Unión de Estudiantes de Arquitectura de Lima (Udeal), un colectivo de profesionales en temas urbanos, considera que el crecimiento no planificado así como el déficit de áreas de esparcimiento en la ciudad son una forma de expresión de la desigualdad. “Al no existir estos espacios la vida pública se encuentra limitada y no permite resolver problemas de convivencia ciudadana. En los espacios públicos es donde se forma la ciudadanía, es donde yo me encuentro con el otro en igualdad de condiciones y donde nos vamos formando como sociedad", explica.
Propuestas para cerrar brechas
La economista y magíster en Desarrollo Urbano y Regional por la Universidad de Seúl, Laura Lozada Acosta, considera que las lomas son una buena opción de esparcimiento y pueden usarse como parte del espacio público. "Distritos como Carabayllo, San Juan de Lurigancho o Villa María del Triunfo tienen grandes extensiones de lomas y estos circuitos ecoturísticos pueden ayudar a compensar esta falta de otros espacios construidos", indica. La especialista precisó que las lomas no están dentro del imaginario como espacio público pero que sí lo son. “No es un lugar para realizar deportes como el fútbol, pero sí puede ser un área de recreación pasiva como la contemplación o la caminata”.
Si bien los avances en los gobiernos locales han sido lentos para mejorar el uso de áreas de esparcimiento, desde mediados de febrero último los municipios cuentan con una guía aprobada por el Ministerio de Vivienda que permite a los municipios identificar espacios públicos abiertos en la lucha contra la Covid-19. Este documento brinda lineamientos para que los distritos del país acondicionen y promuevan el uso de parques, plazas, jardines, bosques, entre otras áreas para desarrollar actividades físicas y de recreación.
Salud mental y espacio público
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que una persona mayor de 18 años realice 150 minutos semanales de actividad física moderada para contribuir, entre otros puntos, a la reducción de la depresión. ¿Cómo desarrollarlo desde las cuarentenas y el acceso desigual a espacios públicos? ¿Qué alternativas tienen las personas cuyos distritos tienen las menores áreas de esparcimiento de la ciudad? Estas preguntas son aún más urgentes, si además, los servicios de salud pública en el Perú cuentan con solo nueve profesionales en salud mental por cada 100 mil habitantes.
Agustín Espinosa, psicólogo social y profesor principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), señala que la actividad física y recreativa al aire libre pueden mitigar “el efecto negativo en la salud mental que puede generar la pandemia y por otra, la carencia de espacios públicos de calidad”. Espinosa sostiene que esta crisis nos debe replantear el desarrollo y crecimiento de la ciudad, hacia una que no esté pensada en el vehículo privado y que incentive las actividades al aire libre. Estas propuestas se deben complementar, según el especialista, con un trabajo desde los distritos y autoridades, para mejorar la salud mental del país. “Se tendría que invertir más en salud mental, pero también romper el enfoque de atender solo la patología directamente. Los aspectos prioritarios y preventivos tienen una mejor inversión del recurso porque atacan al problema antes de que sea serio”, explicó Espinosa. La promoción de espacios públicos de esparcimiento forman parte de esta estrategia.
- Este artículo fue publicado originalmente en OjoPúblico bajo el título "Cartografía de la desigualdad: Sobrevivir la pandemia y las cuarentenas sin parques ni áreas de esparcimiento en Lima y Callao". Puedes acceder a los mapas y la investigación completa a través del siguiente enlace.
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