Estudiantes de arquitectura construyen mirador con materiales y técnicas locales en San Juan, Chiloé

Escrito por Belén Maiztegui
Publicado el 19 de Junio, 2020

Estudiantes de tercer año de la Carrera de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo en Concepción, Chile, viajaron en el 2019 al poblado de San Juan en la isla Chiloé para construir el Mirador Piuche, un proyecto en el cual los alumnos se enfrentaron a las realidades de los procesos constructivos –experimentando problemáticas asociadas a las adversidades climáticas y el cansancio físico-, trabajando en comunidad e interpretando el territorio, los materiales y los oficios locales para materializar una obra a escala real. Esta actividad, que comenzó con una hoja en blanco y culminó con una idea construida, se traduce como un primer acercamiento de los estudiantes con el desarrollo de un proyecto arquitectónico. Piuche se emplaza de manera vertical en un borde costero al sur del pueblo, dialogando con los elementos naturales, los cerros, el cielo y el agua.

Este es el segundo año consecutivo que la universidad aborda una actividad de práctica constructiva en Chiloé junto con los estudiantes de arquitectura de la Universidad. Durante el 2018 se construyó en el archipiélago la Obra 1: Mirador Coquihuil, un proyecto que interpretaba los elementos construidos en el pueblo de San Juan -el cementerio, los astilleros, la iglesia y la plaza- para dar forma a un elemento arquitectónico destinado a los habitantes de la comunidad.

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Descripción enviada por el equipo:

Esta actividad académica tiene como principal objetivo vincular a los estudiantes con la materia y el oficio, fomentando los procesos para la realización de un proyecto de arquitectura dando inicio al ciclo de licenciatura, y se enmarca dentro de la "Experiencia Detonante II", una de las 3 experiencias que el alumno tiene durante su carrera estableciendo contacto con el territorio, la materia y la disciplina. En particular, la sede de Concepción, a través de su Escuela SurSur, busca éste contacto con la materia a partir de lugares remotos que cuenten con oficios remotos.

San Juan, Chiloé como aula abierta:

La Escuela SurSur, en la búsqueda de lo remoto, propone San Juan como un “aula abierta” durante 3 años, que entrega conocimiento a través de la sabiduría del Maestro de Ribera, pero también establece un vínculo con la comunidad. Esta inmersión real permite al estudiante salir del aula convencional y aplicar los conocimientos adquiridos durante la carrera, pero siendo informado por la realidad.

En el Aula Abierta al inicio el profesor pasa a ser el Maestro de Ribera, el lápiz pasa a ser la motosierra, y el papel pasa a ser la madera. La evaluación ya no es sobre lo que podría ser, la evaluación es sobre lo que es. De esta manera, se construye un diálogo entre Concepción y San Juan, lo teórico y lo real, lo aprendido y lo que queda por aprender, el estudiante y un otro, la comunidad.

Valor para la comunidad

Venimos con esta responsabilidad de ser estudiantes de Arquitectura, ósea, yo tengo mi propia responsabilidad de dar lo más que pueda a este encuentro (Bugueño, EDII, 2012).

Con nostalgia, don Armando, un conocido historiador de San Juan, nos relata lo que fue este pueblo y cómo ha cambiado con el paso de los años. Sus palabras acompañan el día a día, e historia por historia nos acerca más a su comunidad.

“Somos una comunidad que siempre trabajamos el uno para el otro. Antes, no necesitábamos la plata, para qué si lo teníamos todo, si yo necesitaba un trabajo, venían 30 de mis vecinos y me ayudaban a hacer el trabajo, y en un día tenía todo (…) Hoy día no tenemos casi nada…” (A. Bahamondes, EDII, 2018)

Sin duda con sus relatos se nos hace más claro el comprender qué estamos haciendo en San Juan. Vamos poco a poco haciéndonos responsables del significado que nuestra intervención será para los 1.000 habitantes de San Juan.

Cuando nos vamos de San Juan, la mayoría nos vamos con algo distinto. Con una sensación de la responsabilidad que tenemos como arquitectos, del significado de establecer relaciones humanas que trascienden lo académico y lo disciplinar. Una sonrisa, nuestra o de ellos, un “gracias”, nuestro o de ellos, te da cuenta de que lo que se hizo significó.

Emplazamiento: San Juan, Chiloé, Sur de Chile.
Docentes a cargo: Miguel Nazar, Yanko Bugueño, Rodrigo Sheward, Martín del Solar, Gabriel Vargas
Materialidad:Lumas y Vigas de Tepa
Fotografías: Julio Moncada, José Ángel Brunel
Financiamiento: Arquitectura UDD SurSur
Año: 2019
Área: 21,6m²
Altura: 8,2 m

Para el desarrollo de la actividad, además del apoyo de los Maestros de Ribera, nuestro equipo académico y alumnos contaron con la junta de vecinos y el destacado historiador Armando Bahamondes.

Socia local: Alejandra Carvajal, Directora para Castro de la Delegación Chiloé del Colegio de Arquitectos
Equipo Docente de apoyo: José Ángel Brunel, Valentina Galleguillos y Piero Mazzarini.
Ayudantes: Julio Moncada, Sebastian Zapata, Jaime Galaz, Nicolás Ulloa y Alberto Sutter, en conjunto con nuestro encargado del Taller de Herramientas de la Escuela Francisco Gutiérrez.
Alumnos TA-III: Romualdo Aguayo, Karen Alister, Antonia Aravena, Ignacio Bravo, Valentina Flores, Paula Franichevic, Catalina Hernández, Kevin Hube, Julio Juárez, Mariana López, Daniel Navarrete, Valentina Ortiz, Sebastián Pasten, Francisco Peña, Antonia Pizarro, Javiera Ruiz, Carolina Sepúlveda, Roque Abarca, Giuseppe Bruna, Javiera Campos, Florencia Contardo, Fernanda Espejo, Evelyn Flores, Sofía Goycoolea, Ignacio Inostroza, María Constanza,Landeros, Francisco Marquez, Dan Muñoz, Kevin Palma, Felipe Quiroz, Noemí Rodríguez, Karim Sandoval, Nicole Siredey, Javiera Soto, Makarena Uribe, Loredanna Vergara, Anton Chivite.

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