Se dieron a conocer los ganadores del concurso de Proyectos para la puesta en valor del yacimiento arqueológico del arrabal andalusí de la Arrixaca y del jardín de San Esteban en Murcia (España), una convocatoria organizada por el Ministerio de Fomento que invitaba a los participantes a idear propuestas para proteger el valioso Yacimiento de la Arrixaca y a la vez crear un nuevo espacio público para la ciudadanía.
El Conjunto Arqueológico de San Esteban, también conocido como Complejo palatino y barrio andalusí de San Esteban, forma parte de un yacimiento arqueológico urbano desarrollado principalmente entre los siglos XII y XIII en la ciudad de Murcia. Está situado en el barrio de San Miguel, Región de Murcia, España y se trata, según los expertos, del entramado urbano más importante de Europa perteneciente a una ciudad árabe medieval. Su descubrimiento y estudio permite documentar la evolución urbana del sector desde la época islámica hasta la actualidad.
Contando con la participación de arquitectos de todo el mundo, en el período de postulación se recibieron un total de 35 anteproyectos. De los mismos, se seleccionó como ganadora la propuesta “HA-HA”, presentada por los arquitectos Javier Alejo Hernández, Verónica Paradela, Javier de Andrés (Ayllón‐Paradela‐De Andrés), Francisco Burgos y Ginés Garrido (Burgos & Garrido). El jurado valoró "el esquema en sección de la propuesta, que permite resolver con un gesto único y de gran simplicidad el aspecto de las visuales al yacimiento, la iluminación natural de la excavación y la altura libre necesaria para el nivel bajo rasante. Se consigue un espacio público amable que a su vez garantiza la puesta en valor del yacimiento”
Conoce a continuación los detalles del proyecto ganador, en palabras de sus autores:
El ha‐ha o salto de lobo es una zanja abierta en el terreno empleada en el diseño de paisaje para construir un límite físico sin interrumpir la visión continua del paisaje, reemplazando así a las cercas. Impide el paso, pero permite las visuales.
Este proyecto se basa en esta estrategia del paisaje para recuperar y recrear el viejo Jardín de San Esteban, haciéndolo flotar sobre el yacimiento arqueológico del Arrabal de la Arrixaca. En el perímetro del yacimiento, un ha‐ha urbano delimita, protege y hace visible desde las calles de la ciudad, las huellas construidas de su propia historia. Así, mediante una operación arquitectónica que cierra un ciclo de destrucción, descubrimiento y espera, la propuesta empareja dos estratos que colaboran en la construcción de un artificio urbano asombroso, útil y necesario.
La intervención se entiende como un hito urbano a la escala de la ciudad y se concibe desde la continuidad física y visual con la trama urbana, asegurando así la permeabilidad del conjunto. Atiende a la historia y la tradición del lugar, rememorando y reinterpretando el viejo Jardín de San Esteban a través de una acción que responde a la climatología del lugar desde la tradición de los jardines andalusíes.
La plantación propuesta en el jardín elevado descansa sobre un gran plato de hormigón que contiene una sección de tierras capaz de alojar árboles de gran porte. La sombra, imprescindible en Murcia, adquiere aquí una doble configuración. En su perímetro, una doble hilera de melias, o árboles del paraíso, en alcorques, dota a la plaza de un límite vegetal cambiante y de floración aromática. En una posición centrada, con un patrón denso y sobre suelo de jabre, un conjunto ordenado de palmeras canarias construye una suerte de sala hipóstila vegetal de gran altura. Los taludes del perímetro, que se tapizan con romero y lavanda, formalizan un borde húmedo, aromático y colorido.
La actuación, además, se entiende en su totalidad como un gran centro de interpretación que permite percibir en todo momento las ruinas históricas desde la trama urbana contemporánea que rodea el conjunto. Esto es posible gracias al vacío perimetral generado en torno al nuevo espacio público, un interludio entre el pasado y presente de la ciudad de Murcia que se transforma también en una parte activa de la visita museográfica como recorrido panorámico sobre las ruinas.
Durante el día la gran hendidura abocinada que rodea el yacimiento conduce al interior la luz intensa del mediterráneo. Durante la noche un leve fulgor artificial baña el yacimiento y se escapa tenue al exterior bañando los taludes vegetales haciéndolos visibles desde las calles. Este gesto además permite la ventilación natural cruzada del yacimiento, evitando el crecimiento de líquenes en las ruinas y protegiéndolo de la lluvia.
- Lugar: Antigua Plaza de San Esteban, Murcia
- Cliente: Ministerio de Fomento
- Arquitectos: Ayllón‐Paradela‐De Andrés (Javier Alejo Hernández; Verónica Paradela; Javier de Andrés) + Burgos & Garrido (Francisco Burgos; Ginés Garrido)
- Colaboradores: Iván García Vázquez [arqueólogo]; Juan Luis Bellod [estructuras]; Victoria Polo y Elena Sequeros [museografía]; José Ángel Revuelta [restauración y conservación]
- Fecha: 2019