En el marco de la celebración de su 175 Aniversario, el Hospital Británico de Buenos Aires, Argentina lanzó el concurso “Idea Raiz”, una convocatoria que busca poner en valor los espacios verdes de su sede central. La misma pretende revalorizar las cualidades espaciales y paisajísticas de la institución, generando espacios terapéuticos y de esparcimiento para pacientes, familiares y empleados. El hospital seleccionó proyectos con identidad propia que aspiraran a ser un legado para el futuro del mismo. Conoce a continuación, la propuesta del equipo ganador:
Primer Premio
- Equipo de Diseño: Arquitectas Silvia Batlle, Geraldine Ladino.
- Paisajismo: Licenciado en Planificación y Diseño del Paisaje Eduardo Ottaviani.
- Colaboradores: Arquitectas Priscila Brac, Nadia Guillemi.
Memoria enviada por los autores: “Jardín de los encuentros”
La propuesta incorpora el concepto de jardín terapéutico con el fin de recrear un entorno humanizado, incorporando reflexiones sobre las necesidades físicas, psicológicas, sociales y espirituales para favorecer la recuperación del enfermo y lograr el bienestar de los usuarios en su conjunto. Su diseño valoriza elementos significativos del jardín original como la tipa el aguaribay, el cedro, el roble y el reloj de sol.
Morfológicamente se advierten dos espacios diferenciados: un jardín amplio verde horizontal que incluye cuatro árboles puntuales y un segundo espacio fuertemente enmarcado por el contorno vertical del hospital, agudizado por el núcleo de ascensores y la tipa. Ambos espacios quedarán unificados por un solado de idéntica materialidad que irá variando su direccionalidad, dimensión y forma según la función a cumplir, siendo sendero, circulación pública o técnica.
Un pulmón verde excelentemente conservado por la institución establece una relación adecuada con la superficie construida del hospital. Se buscará que dicho espacio abierto, útil para funciones de recepción, mantenga sus dimensiones luego de la intervención. Se trabajará de manera perimetral, creando un paseo terapéutico a través de dos caminos que se entrelazan con plantas autóctonas en convivencia con las suaves curvas que representan el reconocido estilo del jardín inglés.
Las especies vegetales seleccionadas son en su mayoría autóctonas, acompañando este criterio de unión y sumando un valor agregado a la propuesta relacionado con los conceptos de sustentabilidad, biodiversidad y bajo mantenimiento. Las especies nativas traerán consigo la presencia de aves, colibríes, orugas y mariposas, que se presentarán como símbolos del ciclo de la vida.
Este amplio espacio central estará enmarcado por el cielo, los edificios, los árboles, y el césped, pudiendo ser visualizado tanto desde el interior como desde el exterior. El mismo se articula con espacios de dimensiones reducidas de distinta calidad ambiental, semi-cubiertos a escala que protegerán a los pacientes de múltiples miradas. Espacios imbricados, saludables, resultarán apropiados para la contemplación de la naturaleza, la reminiscencia y la activación de los sentidos.
En el ángulo del parque orientado hacia el este se podrá ubicar un espacio para juegos de niños protegido por la sombra del antiguo Aguaribay, una especie típica nativa de América del Sur. Luego, se sucederán distintos espacios de recogimiento, de conciencia del paso del tiempo, de conciencia del cuerpo y de la naturaleza. Un camino principal para pacientes con movilidad reducida se materializará con un solado drenante de estructura abierta y amigable con el medio ambiente. Otro sendero de madera invitará a recorrer el jardín a familiares, médicos y personal del hospital, introduciéndolos en la naturaleza.
El perfume de los jazmines, tan propio de la historia argentina, se impregnará en la memoria de los usuarios. En el jardín convivirán el pasado y el presente, marcando el paso del tiempo. El reloj original del parque adquirirá especial relevancia, su presencia se materializará como energía y fuente de vida. Un leve desnivel circular permitirá revalorizar su localización y un mástil muy liviano arrojará sombra sobre el césped posibilitando su visualización desde las ventanas del hospital, juegos de sombras acompañadas de las sombras de los árboles sobre los muros le permitirán abstraerse de su situación particular a cada usuario.
Se imprime un fuerte carácter identitario al espacio de los eventos. El mismo estará enmarcado por el núcleo vertical, la tipa y el jacarandá. Un nuevo trazado regularizará las circulaciones, facilitando la conexión entre los distintos accesos y acompañando la simetría del sitio. Permitirá, asimismo, diferentes configuraciones según los eventos que allí sucedan: desde graduación de enfermeras hasta eventos musicales y festejos.
Una alineación de Lagestroemias de floración blanca enmarcará las circulaciones y conducirá a los usuarios a los distintos puntos del jardín; de porte reducido y floración estival, la misma nos acercará a la escala humana, funcionando a modo de nexo entre el hospital y el jardín. Por debajo, una selección de azares de los Pittosporum nana guiará a las personas hacia los senderos del jardín terapéutico. Aquí lo regular ordena y organiza, mientras que lo orgánico estimula y acompaña en un proceso de circulación y contemplación. La incorporación de un ejemplar de Jacarandá enfatizará la cualidad vertical del núcleo. Con un follaje etéreo durante todo el año, nos dejará descubrir el jardín en cada estación desde las alturas o desde el interior, funcionando como una fuente de inspiración e identidad. Junto con la tipa creará un escenario convocante para las distintas actividades de la plaza.
- Nombre del Proyecto: 1° Premio Concurso Idea Raíz Hospital Británico.
- Oficina de Arquitectura: BATLLE – LADINO - OTTAVIANI
- Ubicación: Hospital Británico, Buenos Aires, Argentina.
- Equipo de Diseño: Arquitectas Silvia Batlle, Geraldine Ladino.
- Paisajismo: Licenciado en Planificación y Diseño del Paisaje Eduardo Ottaviani.
- Colaboradores: Arquitectas Priscila Brac, Nadia Guillemi.
