El Palacio Salvo es un icónico edificio de 100 metros de altura localizado en la ciudad de Montevideo. Inaugurado el 12 de octubre de 1928 y declarado Monumento Histórico Nacional en 1996, hoy ha recuperado su luz luego de casi 90 años en oscuridad. Gracias al proyecto Gran Salvo y luego de un año de gestión, producción, diseño y construcción, un nuevo faro ha completado su silueta, resolviendo el remate de una histórica cúpula que desde hace años se encontraba vacía.
Memoria enviada por los autores:
El Palacio Salvo inaugura la verticalidad en Uruguay y se trata de la construcción más icónica de la ciudad de Montevideo, siendo su silueta la más reconocida del skyline. Fue edificado por los hermanos empresarios Salvo, diseñado por el arquitecto italiano Mario Palanti e inaugurado el 12 de octubre de 1928. Con 105 metros de altura fue la torre más alta del país y la segunda torre más alta de Sudamérica de 1928 hasta 1935. Fue pensado como edificio hotel y viviendas. Actualmente viven alrededor de 2000 personas que comparten el edificio con oficinas, comercios, salas de billar, un museo y varios programas mixtos. Originalmente sobre su cúpula funcionaba un faro que iluminaba simbólicamente la entrada al Río de la Plata. La historia de esta pérdida es una de las tantas historias urbanas que moldean y prefiguran la identidad de la ciudad, un vacío urbano que merecía ser completado.
Las ciudades están llenas de oportunidades, de enclaves y vacíos que al ser accionados pueden desencadenar diferentes fenómenos sociales, culturales y urbanos, habilitando que la arquitectura cumpla un rol político y modifique positivamente las agendas públicas. Este análisis valió para el vacío pre-existente sobre el Palacio Salvo, un espacio olvidado en una locación jerárquica y privilegiada, que una vez accionado sería capaz de sanar el imaginario colectivo. De esta forma el faro intensificó el debate sobre el valor del palacio como elemento simbólico e identitario, reafirmando que a pesar de ser un edificio privado, su bienestar es común para todos los ciudadanos. Con 9m2 de base, 4 metros de altura y un presupuesto mínimo, el faro ha generado un valor agregado y cultural incalculable al edificio, al barrio y a la ciudad, operando sobre varios fenómenos con una sola intervención y generando una onda expansiva difícil de acotar.
A nivel tecnológico y en línea con los avances del internet, donde objetos ordinarios son vinculados a internet, la obra propone el involucramiento del manejo inteligente de la luz como un elemento central del proyecto para experimentar diferentes posibilidades y modalidades, habilitando la interacción con los ciudadanos a través de distintas modalidades.
Es así que inmediatamente luego de su inauguración el faro acompañó varias fechas y celebraciones especiales como han sido el Día de la esclerosis múltiple, Día de la Diversidad y Marcha por 18 Julio, el Aniversario del edificio Barolo, la Semana del Corazón, la Campaña de Prevención contra Cáncer de Mama, la Campaña Iluminá Montevideo 2017, la Mini cumbre Organización Mundial de la Salud en Conferencia Mundial sobre Enfermedades No Transmisibles y el Día Mundial de la lucha contra la Polio entre otros.
Toda la obra fue previamente realizada en taller, modulada y premontada para poder subirla al sitio a través del ascensor y escalera. La iluminación y la instalación de los controladores se colocó una vez finalizada la obra de albañilería y montaje in situ.
La obra se financió con fondos de más de 15 empresas privadas y el Banco de Seguros del Estado, donando materiales y fondos: Lyte, Stiler, Radisson Hotel Victoria Plaza, Instituto Uruguayo de Normas Técnicas UNIT, Genexus, Salomón Grúas, Copiplan, Red Pagos, Neo, Sika, Cámara de la Construcción del Uruguay, La Casa del Tornillo, Sixto, Hempel – Leonortex, Sur Ascensores, Securitas, Secinaro, Snappy, Aluminios del Uruguay, Bancos de Seguros del Estado y SPM Equipamientos.
En el año 2018 el faro obtiene un reconocimiento en la Biennale Di Venezia, el evento internacional de mayor prestigio para el estado de la arquitectura contemporánea y su investigación. Este reconocimiento desde Italia, país de origen del Arq. Mario Palanti creador del Palacio Salvo, le da cierta coherencia al conjunto y aporta a la consolidación a la obra, siendo sin dudas un gran premio para toda la ciudad.
La iniciativa fue de carácter independiente y se contactó directamente al Palacio Salvo para realizar la propuesta. Todo el proceso de gestión, producción, diseño y construcción llevó un año. El grupo de trabajo estuvo conformado por arquitectos, ingenieros, constructores, programadores y estudiantes de grado con el apoyo del alcalde Carlos Varela del Municipio B y el presidente del Palacio Salvo Aníbal Andrade.
- Idea, Diseño, Dirección y Producción: Arq. Federico Lagomarsino
- Montaje y Metalurgia: Ignacio Silva
- Programación y Tecnología: Bruno Aguirre
- Asesoramiento Estructural: Ing. Sebastián Dieste, Ing. Martín Reina (RDA Ingeniería) Asesoramiento Iluminación: Ing. Ricardo Hofstadter
- Equipo de Taller: Luis Blau (LCDV), Lucía Sosa, Elvis Marrero, Carolina Sánchez Panizza, Ignacio Sánchez Panizza, Inés Mir
- Instalación Eléctrica: Fernando Secinaro
- Sistemas de Protección de Descargas Atmosféricas: Ing. Daniel Pereira Pierce
- Seguridad e Higiene: Arq. Téc. Prev. Juan Martín Pascale
- Depinfo-Vidialab-Labfab: Arq.Marcelo Payssé, MSc. Arq. Fernando García Amen
- Colaborador Palacio Barolo: Arq. Fernando Carral
- Palacio Salvo: Aníbal Andrade, Alejandra Dixon, Alejandra Arseniato, Maximiliano Patrón, Carlos Sena.