Maestranza de San Bernardo, el complejo ferroviario abandonado declarado monumento histórico que supo ser una de las estaciones más grandes de Sudamérica, al sur de Santiago de Chile, presenta avances en el proyecto para su restauración y conversión en boulevard. El diseño estaría a cargo de la oficina Uno Proyectos del arquitecto Gonzalo Martínez de Urquidi, con un proyecto que busca revitalizar el sector dotándolo de un programa de espacios de intercambio económico y cívico.
Texto enviado por equipo de proyecto. El auge industrial a mediados de siglo XVII trae consigo el tren y en efecto, una industria que prevé la necesidad de mantenimiento y revisión de maquinaria. En ese contexto, surge la Maestranza Central de San Bernardo, complejo ferroviario compuestos por múltiples talleres de especialización. Después de su época de esplendor, la Maestranza cierra sus puertas en 1996, desprendiéndose de su función original y dinámica productiva, iniciando un largo periodo de obsolescencia de los galpones industriales.
Restauración y puesta en valor de piezas industriales de gran envergadura:
La Maestranza de San Bernardo corresponde a un ejemplo en su categoría de patrimonio industrial y un caso relevante para definir el alcance del fenómeno industrial en Chile. Durante el 2010 es declarado en la categoría de Monumento Histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales, surgiendo la necesidad de renovación de 63.524 m2 mediante un proyecto que propone un uso contemporáneo y abierto a la ciudad.
La Maestranza Central de San Bernardo es un proyecto de restauración, redestinación y puesta en valor de un patrimonio ferroviario por parte de privados, con el objetivo de proyectar una intervención que asegure y mantenga su estructura e imagen patrimonial original contenida en su arqueología industrial, albergando un programa de uso comercial y cívico abierto a la comunidad.
UNO proyectos realiza la lectura del contexto del siguiente modo, por una parte, mediante la valoración de su conjunto entendiendo su influencia a escala urbana y por el otro, realizando la intervención de una magnitud patrimonial para albergar una nueva espacialidad contemporánea, y de esa manera, concebir un nuevo destino en la luz industrial del monumento. Para el estudio del sitio se realiza una matriz de puntos láser que permite visibilizar el modelo completo y el interior de la estructura, permitiendo una construcción de planimetrías con mayor precisión.
Respecto al aspecto estructural y normativo, estos fueron concebidos con parámetros de principios de 1900 razón por la cual, en la actualidad, este complejo no cuenta con la norma vigente. Cuestión que se transforma en un desafío desde el punto de vista técnico y teórico, en ese sentido, es fundamental entender cómo incorporar dichas exigencias respetando su valor prístino, pues el diseño estructural también es parte de la autenticidad.
El valor patrimonial
El valor primordial de la intervención, es resguardar el patrimonio de la cultura industrial por medio de sus piezas arquitectónicas remanentes. Por lo que, resulta indispensable el concepto del Boulevard que es incorporada a la propuesta, estos son espacios de intercambio cultural y económico que dan sentido de unidad a los 4 inmuebles que se encontraban desprendidos en un entorno cultural de espacios vacíos donde comparece el esplendor de la nave.
Respecto a su dimensión intangible, la propuesta ofrece una experiencia in situ, relevando aspectos inmateriales mediante guiones museográficos que evocan la memoria asociada al funcionamiento de una sociedad industrial ligada al uso del ferrocarril.
El plan maestro está formulado en 4 etapas, contempla el proyecto de restauración de cada inmueble (armaduría, calderería, herrería y tornamesa) y 3 nuevos edificios. Dicho plan maestro, ha sido el resultante de un dialogo iterativo con el C.M.N, la Ilustre Municipalidad y las fuerzas vivas, comprendiendo la relevancia de este proyecto para la arquitectura del país y como caso de estudio sugerente en términos patrimoniales. El proyecto resulta un ejemplo de renovación posible y revela la urgencia en considerar una categoría de patrimonio industrial en las herramientas legislativas de protección actuales.
