El equipo de '3 Construcciones' creó un sistema constructivo para viviendas sustentables basado en bastidores y módulos de plástico recuperado, el cual busca posicionarse como un método masivo, de bajo costo y bajo impacto energético, en respuesta al déficit de vivienda en Argentina.
“En el país existe en la actualidad un déficit de 3,5 millones de viviendas y el 32,2% de su población es pobre. Gran parte de ella no tiene trabajo. Como profesionales de la construcción y agentes activos, estamos conscientes de que vivimos un momento crucial para nuestro medio ambiente. La lucha debe convertirse en una preocupación y ocupación de todos los sectores productivos.”
La suma de estos escenarios es el puntapié para diseñar un prototipo que permita garantizar el derecho de acceso a la vivienda a las personas que quieren construir su propio hogar, sobre todo a muchas familias que no pueden lograrlo con los métodos convencionales.
El sistema consume niveles bajos de energía, y al ser un sistema de construcción en seco no requiere de agua. El método mixto, compuesto a partir de bastidores de madera y módulos de plástico recuperado, presenta grandes proporciones de botellas PET. Esto significa, la re-utilización de materiales que normalmente son considerados basura para generar un nuevo material con el que se construirán viviendas. La terminación puede concretarse con un revoque de cemento tradicional, que otorga un acabado estético que se relaciona con las formas constructivas locales.
La propuesta alcanza sus propósitos iniciales avanzando sobre la construcción de casas de calidad, en un corto plazo. La aplicación del sistema reduce los costos económicos que conlleva una vivienda tradicional, no requiere de mano de obra especializada ni maquinarias o herramientas específicas, por lo que posibilita la autoconstrucción y el uso de mano de obra y materiales locales.
En cuanto a la eficiencia climática y tecnológica, los módulos generan una mayor y mejor aislación térmica y acústica respecto a otros materiales tradicionales, además de ser incombustibles y sismo resistentes. Estas viviendas liberan un tercio de dióxido de carbono respecto a las viviendas convencionales, lo cual equivale a conservar 138m2 de bosque o a plantar 84 árboles.
El desarrollo de sistemas innovadores como éste, son interesantes como punto de partida hacia la búsqueda de soluciones que permitan, tanto a profesionales de la construcción como a todos los ciudadanos, afrontar los retos ambientales y económicos que nos presenta la actualidad.