La publicación 'Mercedes: experiencia urbanística' sintetiza los resultados alcanzados en la asignatura “Ciudades para Armar” que se dicta en la carrera de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires.
Propone pensar a las ciudades intermedias como el punto de apoyo para promover un mayor equilibrio regional. Si bien cuentan con un bagaje de instituciones y empresas, así como infraestructuras y conexiones que otras no poseen, requieren del diseño de políticas de descentralización, aprovechando el mayor crecimiento relativo de ciudades, observado en el último medio siglo respecto de los grandes centros urbanos.
Síntesis de contenido. Las ciudades tienen orígenes diferentes pero crecimientos similares, cuentan con un núcleo histórico-institucional, con infraestructura ferroviaria a la que se le superponen (tiempo después) las rutas del transporte vehicular. La ciudad crece al ritmo de las subdivisiones de las manzanas fundacionales, de las quintas aledañas y de las chacras próximas, que fueron valorizando la tierra rural y la propia ciudad con autonomía de los servicios públicos. Hoy muchas de esas ciudades forman constelaciones metropolitanas.
Argentina cuenta con una población altamente urbana. El índice de urbanización es superior al 89%. En la actualidad, mientras aproximadamente el 50% de la población del país reside en seis grandes ciudades o aglomerados; cerca de un 32% lo hace en 273 ciudades de tamaño medio (10 mil a 500 mil habitantes), que coincidentemente se corresponden con ciudades de carácter intermedio. Esto da cuenta del peso específico que tienen en la definición del sistema urbano nacional. Sin embargo, su importancia suele verse eclipsada por las ciudades metropolitanas que concentran 40, 50 ó 400 veces su población.
Las ciudades intermedias pierden visibilidad en un territorio de desarrollo desequilibrado, de modo que la escala intermedia debiera ser considerada como estratégica.
- Continua leyendo y descarga la versión on-line del libro aquí.