Los ladrillos de arcilla y la participación ciudadana fueron los principales factores que condujeron el diseño de la capilla circular de Sean Cassidy y Joe Wilson, ganadora del tercer premio en la competencia de Kaira Looro para un espacio de adoración multi-religioso en Tanaf, Senegal.
El diseño propone una capilla circular con un foso exterior hundido, que los lugareños pueden usar para reflexionar y orar. El santuario central fue diseñado para ser construido por los habitantes locales con ladrillos de arcilla hechos a mano, conformando un diseño que, como explican Cassidy y Wilson, "literalmente proviene de la 'tierra dada por Dios'', con la que la comunidad podrá enorgullecerse al completar el trabajo".
La competencia Kaira Looro, cuyo nombre deriva de la frase "Arquitectura por la Paz" -en la lengua mandingo de Tanaf-, encargó a los participantes desarrollar un pequeño diseño religioso centrado en "una arquitectura sostenible y culturalmente conducida, para un lugar con falta de materiales y baja tecnología".
El orgullo de sus usuarios se refleja en la forma del edificio. "El círculo es el generador de la forma: es universal, une y representa la paz", dicen los arquitectos. "La forma es un hito en la aldea que se destaca en el contexto circundante". Para destacar su estatus histórico, el edificio está apartado de la carretera, creando una plaza cívica para ser usado como espacio de reuniones y eventos.
En este contexto, el suelo hundido del edificio, con su foso circundante, desempeña una importante función psicológica: "descender hacia la tierra mejora la transición y la apertura a lo sagrado", agregan los arquitectos. En la zona enterrada, el espacio se divide en áreas comunes y privadas, con espacios para la reflexión individual alrededor del borde del edificio, mientras que el interior, el edificio sirve como un espacio para el culto grupal.