
El arquitecto y educador chino Liu Jiakun ha sido anunciado como el ganador del Premio Pritzker de Arquitectura 2025, el más alto reconocimiento en el campo de la arquitectura. Fundador de Jiakun Architects (1999), Jiakun es reconocido por su habilidad para fusionar elementos tradicionales chinos con el diseño contemporáneo y por su compromiso con la equidad social en el entorno construido. Nacido en Chengdu, China, donde aún vive y trabaja, se convierte en el segundo arquitecto chino en recibir este galardón, después de Wang Shu en 2012. De este modo, Jiakun se une a una distinguida lista de laureados recientes, como Riken Yamamoto (2024), David Chipperfield (2023) y Francis Kéré (2022). La ceremonia de entrega del premio se celebrará en los próximos meses en el Louvre Abu Dhabi, diseñado por Jean Nouvel, con un lanzamiento mundial en video en otoño, seguido del Simposio y Conferencia de los Galardonados 2025 en mayo.

El trabajo de Liu Jiakun trasciende las limitaciones estilísticas y se basa en estrategias adaptativas para armonizar los espacios colectivos e individuales, fomentando la empatía y la conexión emocional con la arquitectura y la comunidad. A través de su obra, el descanso y la apertura encuentran lugar en entornos urbanos densos, invitando a diversos usuarios a participar en el espectáculo de la vida cotidiana. Su enfoque en los elementos culturales, históricos y naturales genera una atmósfera familiar y una arquitectura profundamente integrada en su contexto. El uso de materias primas y la aceptación de las imperfecciones revelan una expresión honesta de los procesos que dan forma a la obra final.

'La arquitectura debe revelar algo: abstraer, destilar y hacer visibles las cualidades inherentes de la gente local. Tiene el poder de moldear el comportamiento humano y crear atmósferas, ofreciendo una sensación de serenidad y poesía, evocando compasión y misericordia, y cultivando un sentido de comunidad compartida.' – Liu Jiakun
Liu Jiakun, nacido en Chengdu en 1956, siguió un camino poco convencional hacia la arquitectura. Se graduó en 1982 con una Licenciatura en Ingeniería en Arquitectura en la Universidad de Chongqing, y en sus primeros años participó en la reconstrucción de la China posrevolucionaria, incluyendo un período significativo en Nagchu, Tíbet (1984-1986). Un punto de inflexión ocurrió en 1993, cuando, considerando abandonar la arquitectura, asistió a una exposición individual de su compañero de clase Tang Hua. Esta experiencia reavivó su pasión y lo inspiró a comprometerse con la expresión personal a través del diseño. A partir de entonces, inició un período de intenso crecimiento intelectual, colaborando con artistas y escritores mientras refinaba su filosofía de diseño. En 1999, fundó Jiakun Architects en Chengdu.

Además de sus logros arquitectónicos, Liu Jiakun es un escritor prolífico que explora temas como la utopía, la experiencia humana y las narrativas inherentes al diseño. Sus obras publicadas, entre ellas The Conception of Brightmoon (Times Literature and Art Publishing House, 2014), Narrative Discourse and Low-Tech Strategy (China Architecture & Building Press, 1997), Now and Here (China Architecture & Building Press, 2002) y I Built in West China? (Today Editorial Department, 2009), reflejan su enfoque multidimensional. A través de su escritura, demuestra un profundo compromiso con la condición humana, una perspectiva que informa y enriquece su filosofía arquitectónica.

'Siempre aspiro a ser como el agua: impregnar un lugar sin una forma fija, filtrándome en el entorno y en el propio sitio. Con el tiempo, el agua se solidifica gradualmente, transformándose en arquitectura y, quizás, en la más elevada expresión de la creación espiritual humana. Sin embargo, sigue conservando todas las cualidades de ese lugar, tanto las buenas como las malas.' – Liu Jiakun

Equilibrando la utopía y la vida cotidiana
La filosofía arquitectónica de Liu Jiakun desafía oposiciones convencionales, como historia y modernidad, colectivismo y expresión individual, utopía y realismo. En lugar de elegir entre estos extremos, crea espacios que integran estas fuerzas aparentemente contradictorias para ofrecer a los ciudadanos comunes entornos que enriquecen su experiencia diaria. Este enfoque se materializa a través de la cuidadosa integración de cada proyecto en sus contextos sociales, culturales e históricos. En lugar de imponer una estética singular, sus soluciones de diseño se adaptan a las necesidades y particularidades de cada encargo.

Este idealismo pragmático se manifiesta en proyectos como el Centro de Comunicación Cultural de los Tres Templos de Songyang, donde el diseño se centra en el ser humano, fomentando un sentido de pertenencia e identidad compartida. Las actividades literarias de Jiakun refuerzan esta visión, explorando la compleja interacción entre los ideales utópicos y las realidades de la existencia humana. Más allá de la estructura física, sus edificios funcionan como narrativas vivas, entrelazando historia, comunidad y experiencia individual para crear espacios que resuenan tanto con el idealismo como con la realidad cotidiana.

Entre la densidad y la apertura espacial
A través de su arquitectura, Liu Jiakun cuestiona la percepción tradicional de la densidad, demostrando que las áreas densamente pobladas no necesitan sacrificar la apertura. Lo logra incorporando espacios públicos en sus diseños, creando entornos vibrantes e interconectados que fomentan la interacción comunitaria. El complejo Xicun en Chengdu es un excelente ejemplo. Este edificio de cinco pisos, que ocupa una manzana entera, integra amplios senderos para peatones y ciclistas, ofreciendo rutas abiertas y cerradas que conectan a los residentes con el tejido urbano circundante y facilitan una variedad de actividades comunitarias. De manera similar, pero a una escala diferente, el edificio del Departamento de Escultura del Instituto de Bellas Artes de Sichuan en Chongqing maximiza el espacio utilizable mediante voladizos innovadores, demostrando un compromiso con la apertura incluso en sitios de dimensiones limitadas.

'Las ciudades tienden a segregar funciones, pero Liu Jiakun adopta el enfoque opuesto, manteniendo un delicado equilibrio que integra todas las dimensiones de la vida urbana. En un mundo que tiende a generar interminables periferias monótonas, ha encontrado una manera de construir espacios que son a la vez edificio, infraestructura, paisaje y espacio público. Su obra ofrece valiosas pistas sobre cómo enfrentar los desafíos de la urbanización en una era de rápido crecimiento de las ciudades'. – Alejandro Aravena, Presidente del Jurado y Premio Pritzker 2016

Una expresión honesta de materiales y procesos
Para reflejar mejor los procesos detrás de la creación arquitectónica y el paso del tiempo, Liu Jiakun evita las superficies pulidas y los acabados refinados, abrazando en su lugar texturas e imperfecciones que evolucionan con el tiempo. Esto confiere a sus edificios una pátina única que habla de su historia y contexto.
Su compromiso se evidencia en el uso de materiales de origen local y reciclados. Un ejemplo destacado es la reutilización de los escombros del terremoto de Wenchuan de 2008, transformados en ladrillos resistentes empleados en proyectos como el Edificio Novartis y el Complejo Xicun. Este enfoque, alineado con su filosofía de "construir para la comunidad, construir por la comunidad", se extiende incluso a proyectos de menor escala, como el Memorial Hu Huishan, donde la textura cruda del relieve de cemento adquiere un peso tanto simbólico como físico.


Con más de cuatro décadas de carrera, Liu Jiakun ha desarrollado una amplia variedad de proyectos en toda China, incluyendo contribuciones significativas a la arquitectura académica, cultural y comercial, así como a la planificación urbana. Entre sus obras más destacadas se encuentran el Clock Museum at the Jianchuan Museum Settlement, el Edificio del Departamento de Diseño del Instituto de Bellas Artes de Sichuan, el Cultural Communication Center of the Three Temples of Songyang, y el Primer Serpentine Pavilion fuera de Londres, ubicado cerca de la Ciudad Prohibida de Pekín. Su trabajo ha recibido reconocimiento internacional y ha sido exhibido en prestigiosas plataformas como la Bienal de Venecia y la Bienal Bi-City de Shenzhen-Hong Kong. Además, ha sido galardonado con múltiples premios, entre ellos el Premio de Arquitectura del Lejano Oriente y el Premio de Patrimonio de Asia y el Pacífico de la UNESCO. Actualmente, Liu Jiakun se desempeña como profesor visitante en la Academia Central de Bellas Artes y ha impartido conferencias en instituciones de renombre como el MIT y el Royal College of Art.

El jurado destacó la profunda comprensión de Liu Jiakun sobre el entorno, su enfoque innovador y sostenible de la densidad y su capacidad para empoderar comunidades al combinar tradición y modernidad. Estas cualidades fueron determinantes en su selección como ganador del Premio Pritzker de Arquitectura 2025. La decisión fue tomada por un distinguido jurado compuesto por: Alejandro Aravena (Chair), Barry Bergdoll, Deborah Berke, Stephen Breyer, André Corrêa Do Lago, Anne Lacaton, Hashem Sarkis, Kazuyo Sejima, y Manuela Lucá Dazio.
Mención del Jurado del Premio Pritzker 2025
El Premio Pritzker de Arquitectura reconoce el talento, la visión y el compromiso de aquellos arquitectos que, de manera constante, han realizado contribuciones significativas a la humanidad y al entorno construido.
En un mundo donde la arquitectura enfrenta desafíos sociales y ambientales en constante evolución, Liu Jiakun ha respondido con soluciones innovadoras que celebran tanto la vida cotidiana como las identidades comunitarias y espirituales.
A lo largo de su carrera, Liu Jiakun ha mantenido una coherencia profunda y una calidad constante en su obra. Su enfoque no sigue un estilo fijo, sino una estrategia adaptable a las particularidades de cada proyecto. En lugar de aplicar un método recurrente, analiza cada contexto y lo transforma en un nuevo escenario para la vida cotidiana. Su arquitectura no solo responde a necesidades funcionales, sino que también aporta sentido común y sabiduría al diseño.

Generalmente, el entorno construido enfrenta presiones opuestas. Aunque la densidad urbana es una solución sostenible, también puede comprometer la calidad de vida. Liu Jiakun replantea este concepto mediante la cohabitación, creando soluciones que equilibran fuerzas contrapuestas. En proyectos transformadores como West Village en Chengdu, redefine los espacios públicos y la vida comunitaria, demostrando que la densidad no es incompatible con sistemas abiertos, adaptables y replicables. Su arquitectura no impone, sino que se activa con la vida de sus habitantes.
Para Liu Jiakun, la identidad no es solo individual, sino también colectiva. Se inspira en la tradición china como un punto de partida para la innovación, evitando la nostalgia y la ambigüedad. Su arquitectura integra lo local y lo global con resultados sorprendentes. Ejemplo de ello son sus museos, como el Museo de Ladrillos de Horno Imperial de Suzhou o el Museo Shuijingfang de Chengdu, que combinan historia, infraestructura, paisaje y espacio público en una síntesis armoniosa. En el Memorial Hu Huishan de Chengdu, Liu Jiakun entiende que la memoria—tanto personal como colectiva—es esencial para la construcción de lugares con significado.

Además, su enfoque tecnológico se basa en la "apropiación inteligente", utilizando materiales y técnicas locales con una honestidad radical. Desde sus primeros proyectos, ha evitado artificios para permitir que los materiales expresen su propia esencia. Su arquitectura abraza el paso del tiempo sin temor al deterioro, incorporando la memoria colectiva en cada obra.
Liu Jiakun también integra la naturaleza como un elemento fundamental de su arquitectura. Desde West Village hasta la renovación del distrito de cuevas Tianbao en Luzhou, pasando por el Museo de Arte de Esculturas de Piedra de Luyeyuan en Chengdu, sus proyectos establecen una relación recíproca entre entornos construidos y paisajes naturales, en sintonía con la filosofía china tradicional.
Por su capacidad para mediar entre la realidad y el idealismo, por transformar soluciones locales en visiones universales y por desarrollar un lenguaje arquitectónico que refleja un mundo más justo y sostenible, Liu Jiakun ha sido nombrado ganador del Premio Pritzker 2025.

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