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Arquitectos: Hans Kabsch Vela
- Área: 243 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Onnis Luque
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La propuesta se sitúa en un terreno de 10 metros de frente por 26 de largo con una planta distribuida de suroeste a noreste con el fin de regular temperatura y de luz natural en la vivienda, ambos aspectos auxiliados por los dos árboles relevantes en tamaño y existentes del entorno: un ficus al sur y un cedro al extremo norte.
La vivienda se retranquea cinco metros libres desde el paramento de la calle para jardín y estacionamiento, además de elevarse un metro con respecto del nivel de la calle, para salvar esta diferencia se dispone una rampa que sirve de sendero lineal hacia el acceso hacia una fachada principal que se compone de tres elementos: un muro de concreto modulado a 1.22x 2.44 metros, pinchado por huecos de distintas dimensiones, estos convierten al pesado muro en conductor de aire y luz.
Arriba del muro de concreto, un volumen que sobresale rematado en un muro ondulado de tabique rojo aparente correspondiente y el muro recto restante de tabique rojo. En todos los casos se maneja un aparejo con hiladas alternadas colocadas dos a tizón y una a soga (a la manera pseudoisodoma).
La relación entre muros y vanos se contrasta dejando que el muro lleve su parte como protagonista, en particular los levantados con tabique, dominando un tono rojizo que da nombre y motivo al proyecto.
Este dominio del muro confiere a la fachada un aspecto, críptico, introvertido, planteando un enigma que solo se resuelve al interior. La planta baja es el área pública: se compone de acceso, vestíbulo distribuidor que permita el acceso por dos vías, la primera, a un baño de cortesía y guardarropa, con salida al área de servicio; en la segunda, el vestíbulo abre paso a una estancia en doble altura, junto a la estancia un pequeño jardín abierto a manera de pozo de luz y el acceso a las escaleras, que se sitúan a lo largo del eje longitudinal de la casa; en línea secuencial abierta después de la estancia, continua el comedor y la cocina, ésta última se localiza hacia el extremo norte de la casa, donde se abre la planta a todo lo ancho para dar paso a una terraza y al jardín posterior, el cual deja de manifiesto el árbol más grande, el cedro.
En planta alta se localiza la parte privada del proyecto, se constituye de dos recamaras, y un baño orientadas al norte y una recamara principal con vestidor y baño, esta recamara está en el extremo sur y se comunica con las otras dos a través de un pasillo deambulatorio que bordea la doble altura de la estancia.
El valor estético primordial por el uso de materiales sin recubrimiento, la importancia de la estructura y el sentido de la luz le otorga a la obra un cierto sentido escultórico, diálogo de textura y color entre el concreto y el ladrillo, tanto al interior como al exterior, y a diferentes horas del día: en la mañana y en la tarde se hace pasar la luz natural desde diversos planos; en la noche, sucede lo contrario, la iluminación artificial se filtrará al exterior por las troneras y los huecos del muro principal pinchado.
En síntesis el proyecto invita a la introspección, propiciando atmosferas cambiantes y al mismo tiempo manteniendo el sentido íntimo de la vivienda.