En 2008, el entonces alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, junto con la Comisionada de Transporte, Janette Sadik-Khan, anunciaron el programa “Summer Streets”, que consistía en abrir una ruta de 11 kilómetros solo para peatones y ciclistas, todo un experimento en la ciudad que tenía una cultura de la movilidad muy centrada en el automóvil.
Sin embargo, durante tres sábados consecutivos (9, 16 y 23 de agosto), los cientos de peatones y ciclistas que transitaron entre las 7 am y la 1 pm por el Puente Brooklyn hasta la calle 72, demostraron que existía un gran interés por recuperar las calles para otras actividades que no necesariamente involucraban el tránsito.